POSADAS. No hay artista, sea Bruno Gelber o los 50 integrantes del elenco del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín, que no se lleven un presente que los conecte de inmediato con la madre naturaleza de esta región. Es tierra, es origen que se transforma en cerámica. Todos los obsequios emergen, brotan, desde ese sótano factoría en el que trabaja un equipo de ceramistas inigualables, al mando de Rubén Gastaldo, hijo del mítico Arturo Gastaldo, que fundara la Escuelita de Cerámica, piedra fundacional de la Facultad de Artes de Oberá. Ruben dirige un equipo integrado por los artistas César Cuevas, Luján Oliveira, Rossana Rinaldi, Patricia Álvarez, La Marula.Y el martes fue posible hallar al equipo completo en el segundo Subsuelo del Centro del Conocimiento, institución que los ampara y pone a disposición de ellos todo lo necesario para realizar cerámica, vitrofusión, vidrio y mosaiquismo. Fue posible encontrarlos, ya que trabajan en distintos horarios, reunidos para celebrar el Día del Ceramista Latinoamericano. Y vaya si tienen motivos, en tres años han manifestado un crecimiento asombroso, con Rubén, casi sin buscarlo, logrando lo mismo que su padre, ya que en ese subsuelo funciona una especie de escuelita de cerámica, con más de diez cursos de formación dictados el año pasado y en esta temporada ya están yendo por muchos más.Todo se inició en el 2010, cuando Gastaldo convocó al equipo a trabajar en algo nuevo. “Era un subsuelo abandonado, lleno de grillos, trajimos los sueños. Hoy han pasado tres años y hay un equipo muy copado de gente, alumnos, hay trabajo, hacemos los obsequios que se llevan los artistas que visitan el Teatro Lírico. Hay mucho equipamiento y mucho equipo”, comienza contando Luján Oliveira.Rinaldi toma la palabra y detalla los objetivos específicos, “hacemos los obsequios para los artistas que tocan, actúan, en este prestigioso lugar. Y los cursos de capacitación, lo más importante es desarrollar cuatro patas importantes: joyería, cerámica, vitreaux y vidrio y combinar esto. La mezcla hace que el resultado sea más interesante, sumaremos grabado en el futuro”. Se suma César Cuevas y añade que “es el lugar soñado, hay un equipo multidisciplinario muy idóneo, todo está hecho por gente de Misiones. ‘Eval’ (Rubén Gastaldo) tiene un proyecto de la cerámica santanera, la arcilla es de allá, él trabaja allá. Y además construimos nuestros propios hornos, en estos momentos ya fabricamos dos para altas temperaturas y haremos otros dos más, para aumentar la producción. O sea hasta las herramientas están construidas por nosotros, todo es absolutamente misionero”.Y los tres, a coro, expresan y describen su agradable clima de trabajo de todos los días: “Hemos logrado mucha afinidad, nos hemos hecho hermanos, dan muchas ganas de trabajar, el remolino creativo se genera en ese clima de trabajo, todo es muy placentero. Hoy se está volviendo al trabajo genuino. Material y trabajo manual, tiene que venir del origen, la tierra es origen, estamos amasando naturaleza”.Rubén Gastaldo contó a PRIMERA EDICIÓN que abriga muy buenos recuerdos de su padre Arturo, de lo que él le contaba sobre sus figuritas de barro ñau echas en la orilla del río Paraná. “Él nació en Posadas. Cuando era adolescente ya hacía esculturas de arcilla al lado del río. Otra historia que recuerdo fue cuando viajaron a La Plata, antes de 1960. Llevó barro ñau, hizo un jarrón y lo esmaltaron y lo quemaron en un horno eléctrico a 1.040 grados por primera vez. Cuenta la doctora Teresa Morchio de Passalacqua que ya a la vuelta vino con la idea en la cabeza de crear la Escuelita de Cerámica”.Sobre cómo se le impregnó la actividad de su padre, contó que “pero mi viejo quería que siga Ingeniería, estudié física, álgebra, y emprendí la carrera de Cerámica, eran cinco años. Hoy no se dicta más lamentablemente”.





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