Un 30% de la población sufre la llamada depresión de otoño, según los especialistas. El cambio de estación trae una reducción de horas de luz y la llegada del frío, que son las causas de esta sensación.¿Cómo aumentar energía? Los frutos secos son valiosos en esta época para aumentar nuestra reserva de energía. El hierro de las legumbres, los cereales, la carne y las verduras es un mineral básico para fortalecer el organismo.Con la llegada del otoño, el organismo requiere de un mayor aporte de calorías para prepararse para los fríos más intensos. Una alimentación sana y equilibrada es fundamental para tener una buena salud.En otoño los chicos retoman sus actividades, incluidas las exigencias escolares. Por eso es imprescindible que la alimentación acompañe este nuevo ritmo, después de las vacaciones, brindando la energía necesaria.Sin dudas, ofrecerles frutas y verduras de otoño e invierno, que contienen más vitamina C, naranja, mandarina, pomelos, limón, y para los que consiguen las granadas también aportan vitaminas muy importantes para afrontar los días más frescos.Manzanas y bananas también son una rica opción para ofrecerles a los más chicos, las primeras pueden consumirse en sus variantes cocidas al horno.A la hora de las verduras, algunos chicos son reticentes a comer, pero repollitos de Bruselas o coliflores pueden ser la base de unos tentadores buñuelos al horno.Zapallos y calabazas al horno con un poco de orégano son una riquísima guarnición para tener en cuenta como alternativa.Otra de las verduras de temporada es el brócoli, mucho más nutritivo si se lo cocina al vapor de manera que mantenga todas sus propiedades y vitaminas.Es importante, respecto de verduras sobre todo, presentarles a los chicos las comidas de manera que resulten más atractivas, un bosque de arbolitos puede ser un plato de brócoli y coliflores.Además, y sobre todo, es importante tener en cuenta que en la mesa todos los integrantes de la familia coman de todo.Los niños suelen aprender a comer viendo cómo lo hacen los mayores y si los papás comen frutas y verduras, ellos también aprenderán a comerlas.Hay que están preparados y tratar de adaptarse a la nueva estación y que los chicos se sumen.Nutrición: vuelven las sopasLa imagen del otoño son hojas amarillas de los árboles y el olor de las comidas humeantes. Después de los meses de comidas frías, vuelven a relucir las sopas.El frío está cerca y con él llegan ciertas enfermedades que se pueden prevenir aportando al organismo vitaminas, minerales y proteínas como escudo, gracias a una alimentación equilibrada y acorde a la estación.Comidas simples, con pocas grasas animales, bien provistas de granos o cereales, con legumbres y buena cantidad de verduras. Luego del calor del verano, empiezan los primeros fríos. Preparamos el guardarropas y también deberíamos acondicionar al organismo para que afronte los cambios de temperaturas. Nos acostumbramos a vivir de espaldas a los ciclos de la naturaleza, pero sin embargo estamos inmersos en ella.Gracias a la alimentación podemos cuidar o descuidar mucho nuestra salud, a pesar de nuestra indiferencia a los ciclos naturales, frutas y verduras de temporada suelen ser nuestros grandes aliados.No es casual que el invierno sea la época de los cítricos, que son las frutas que nos brindan vitamina C, tan necesaria cuando llegan los días fríos.Se puede pensar al otoño como una época de transición entre los calores sofocantes del verano y los fríos intensos del invierno. Así, suaviza la adaptación que el organismo necesita realizar ante estos cambios de temperaturas y ayuda a prepararlo. Ante el frío, el cuerpo consume, necesita más energía y la mejor forma de ayudarlo es con una alimentación consciente y saludable. Es decir que el organismo necesita más calorías para tener más energía. Entonces es el momento de encender el horno o preparar la olla para unos ricos guisos sin demasiadas grasas.Comidas simples, con pocas grasas animales, bien provistas de granos o cereales, con legumbres y buena cantidad de verduras. Aprovechar para cocinar las verduras de estación es beneficioso en varios sentidos. En primer lugar, los vegetales, al ser su época de cosecha, mantienen todas sus propiedades brindando el mejor aporte nutricional. En segundo lugar, son más económicos, brindando un buen aporte al bolsillo familiar.Las verduras de color amarillo dorado o anaranjado, por ejemplo, la calabaza, aportan vitamina A y son muy versátiles a la hora de realizar preparaciones.Estas verduras se las puede usar en distintas preparaciones, como guisos, hervidas, en purés o al horno.Las legumbres, imprescindibles, también se incluyen en una variedad de recetas ricas y económicas, quién puede ser indiferente a un calentito guiso de lentejas. Acelgas, brócoli, coliflor, repollitos de Bruselas, chauchas, remolachas o zanahorias dispuestos para nuestra salvación en esta época, con su aporte nutricional como acompañamientos de carnes, pollos y pescados.No hay que olvidar a las afables berenjenas, con pocas calorías, mucha agua y propiedades antioxidantes. Muchos platos pueden preparase con ellas, rellenas, en milanesa, a la parrilla, al horno, en escabeche, entre otras preparaciones muy exquisitas.Época de dulcesEn estos días, los membrillos adornan las fruterías, inmejorable época para hacer dulces; sólo un poco de azúcar y hervir y hervir. Esta fruta, si bien es famosa por los dulces que se elaboran con ella, tiene interesantes propiedades.Infaltables, en esta época también, los cítricos con su aporte de vitamina C para hacer frente a posibles resfríos. Naranjas, mandarinas y pomelos deberían estar siempre a mano para saborear un jugo reparador.Por otra parte, con el comienzo del otoño, muchas personas pueden tener una sensación de decaimiento, de una tristeza que, según los especialistas, es propia del cambio de estación y del otoño a la que se llama depresión otoñal o síndrome afectivo estacional.Es que aunque los seres humanos nos empeñemos cada vez más en vivir alejados de la naturaleza y sus ciclos, sus cambios nos afectan. La reducción de horas de luz y la llegada del frío son el origen de este cambio de sensaciones.Estas sensaciones, que no son alarmantes, se irán poco a poco a medida que el organismo se adapte a la nueva estación con la que tiene que convivir.Con la llegada de una nueva estación, se debe adaptar la comida. La reducción de las horas de luz y la llegada del frío son el origen de este cambio de sensaciones.Aliados naturalesA pesar de la indiferencia a los ciclos naturales, frutas y verduras de temporada suelen ser nuestros ali
ados, no es casual que el invierno sea la época de los cítricos. Fuente: Noticias Argentinas





Discussion about this post