OBERÁ. Los crecientes hechos de inseguridad que involucraron a trabajadores del volante pusieron en estado de alerta a los propietarios de empresas de remises y a los choferes.La seguridad es un tema preocupante, ya que la semana pasada un remisero de esta ciudad recibió una herida de bala en el rostro al ser víctima de un hecho de robo calificado, el hecho ocurrió a plena luz del día. Durante 2012 los dueños de empresas se reunieron, redactaron y entregaron una nota a la Unidad Regional II, luego fueron recibidos por los ediles obereños. En esa reunión se abordaron varios temas, uno de los puntos fue la seguridad. Los remiseros pidieron la implementación de cámaras en la terminal de ómnibus, los propietarios de empresas de remises plantearon a los concejales la necesidad de que los vehículos de alquiler estén claramente identificados, se trató también el tema de los cupos.Juan Carlos Rossberg, propietario de una de las empresas, dijo que “el año pasado se habló del tema pero nos tocó justo el receso del verano en el Concejo porque esto requiere alguna modificación de la ordenanza que rige el servicio de taxis y remises, primero de la relación entre los choferes y las empresas y con el Sindicato también mantuvimos reuniones para avanzar sobre estos temas”. A fines de 2011 la Unidad Regional II de Policía comunicó a las empresas, mediante una nota, que se iban a ubicar postas o puestos fijos de seguridad en 100 Hectáreas, San Miguel y Barrio Norte, así como también en Tres Esquinas, Barrio Esperanza, Villa Christian y hacia barrio Tuichá, Sixten Vick y Villa Falk. La sugerencia de la Policía, en su momento, fue que los remises pasen por esos controles cuando iban con pasajeros como un método de seguridad para disminuir los hechos delictivos, pero los operativos no dieron el resultado esperado. “Lamentablemente veo que por un tiempo se tomaron algunos recaudos, pero después aflojamos todos y comienzan a aparecer estos hechos, justamente en esto el problema es que los conductores no pasan los destinos a las bases, que es una pelea permanente, sobre todo cuando salen de la ciudad. Muchas veces el chofer toma pasajero y dice que va a hacer un recorrido pero no dice hacia adónde y muchas veces cuando pasan la tarifa recién le preguntan dónde fueron y te dicen Guaraní, Los Helechos u otros lugares. Ahí te das cuenta de que el conductor no pasó los datos del pasajero para evitar hechos de inseguridad. Muchas veces el chofer pasa cualquier nombre y cualquier número porque teóricamente conocen al pasajero o en vez de tomarle los datos le pide el número de DNI y eso es peor porque le pueden decir cualquier cosa lo que después complica la situación cuando ocurre un hecho como esto. Es una cuestión de conciencia de cada uno y de auto protección primero, muchas veces se ofenden cuando se insiste cuando pedimos los datos del pasajero”, agregó Rossberg. En su momento se hizo hincapié en la necesidad que tienen las empresas de separar la habilitación del auto de la habilitación del chofer porque son dos situaciones distintas, para evitar que un chofer al que se le venza el carné sanitario también inhabilite al auto para trabajar, hay que clarificar y unificar criterios también en este sentido.“Otro problema que planteamos a los concejales es el de los remises que trabajan en forma permanente en la terminal que la mayoría no tiene radio, entonces no tienen comunicación con la base, algunos lo hacen en forma particular por eso insistimos que remís es el que pertenece a una flota y trabaja con una base y taxi es el que trabaja en forma particular. Creo que hay que ser preciso y terminante”, dijo.




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