POSADAS. El Sistema Provincial de Teleducación y Desarrollo ha vivido tiempos de gloria, por la calidad de sus producciones audiovisuales, el prestigio de sus realizadores y el modelo de la Educación Secundaria Abierta. Hoy es una caldera, con el personal de paro, con duras críticas a la conducción y graves acusaciones de vaciamiento y desmantelamiento de la institución. El futuro cercano se vislumbra oscuro y reina la incertidumbre.PRIMERA EDICIÓN consultó con gente que está en el Sipted y también con personas que pasaron por allí y vieron tanto el apogeo del organismo como su caída en picada. Unos y otros decidieron no dar sus nombres, por temor a represalias.Actualmente, la institución, que depende del Ministerio de Cultura y Educación, está cargo del profesor de danzas Daniel Armando Fiorino, un hombre con larga trayectoria y prestigio en la cultura local, al que apuntan como responsable del deterioro del Sipted.Tanto el profesor de danzas como sus principales colaboradores, la directora de Educación Secundaria a Distancia y el director de Administración y Finanzas, son los más cuestionados.En primer lugar, las fuentes consultadas coincidieron en adjudicarle a la cúpula favorecer a parientes y amigos con contratos o permitiéndoles que presten servicios como monotributistas.Afirman que, por ejemplo, el hijo de Fiorino fue contratado como realizador, pero nadie conoce qué trabajos hace, “pues solo asiste a cobrar”, remarcaron.La nuera del profesor, en tanto, tiene un contrato como “administrativa”. Y la esposa del mandamás del Sipted fue designada como directora de Gestión Estratégica, “un cargo que no figura en el organigrama, con un sueldo jugoso, más los viáticos que cosecha en cada viaje que hace con su marido y en los que nunca falta”, añadieron los informantes.La directora de Educación Secundaria a Distancia, en tanto, arrimó a una cuñada y a un hermano como monotributistas. Y el Administración y Finanzas, un funcionario temido en la institución, contrató con relación de dependencia a su propio hijo, que protagonizó un accidente fatal sobre la avenida Cocomarola conduciendo a altísima velocidad un auto oficial del Sipted.Además de “parientes de”, la institución también se pobló de personajes que nada tienen que ver con el ámbito de la educación o la producción audiovisual.Las fuentes detallaron que hay un ginecólogo, con contrato sin relación de dependencia, que “asesora” en las producciones audiovisuales. Y, más insólito todavía, un veterinario que lleva a cabo tareas como “experto” en contenidos.Más cerca en el tiempo se dio la vinculación de tres abogados, como equipo legal de la institución. La contratación, juran, la hizo el propio Fiorino, temiendo alguna avalancha de denuncias contra su administración. Uno de los letrados hasta tendría un contrato con relación de dependencia.A este conjunto, llamativo cuanto menos, se suma el ex secretario de un senador al que contrataron como “realizador”, una “telefonista” amiga que trabaja unas pocas horas y un contador, que cumple tareas en el llamado “Sipted paralelo”, que funciona en una casa alquilada sobre la calle Troazzi. DesmantelamientoLos disconformes subordinados de Fiorino apuntaron que además de la proliferación de contratados y monotributistas, también es signo de la actual administración la debacle del área de producción: hablan de un sector que fue prácticamente desmantelado y que los equipos que quedaron se encuentran totalmente desactualizados. La videoteca y la biblioteca del organismo también sienten el rigor de esta falta de interés, sostienen los informantes, que se quejan de que hay sectores a los que el personal de planta tiene acceso restringido y únicamente cuentan con pase libre los contratados sin relación de dependencia.Hoy por hoy, el mantenimiento técnico está a cargo de una sola persona.Añaden los informantes que el profesor de danzas está más preocupado por sus galas de baile y los encuentros de escritores, que en la producción de contenidos, actividad en la cual el Sipted fue de referencia a nivel nacional. Sería tal la desidia en este sentido que profesionales de reconocida trayectoria técnica de la institución solo van a cumplir horario en el edificio, porque nadie les asigna una sola función productiva.Sede paralelaPárrafo aparte merece el llamado “Sipted paralelo”, en Troazzi 822. Hacia allí mudó el director general su base de operaciones cuando la convivencia con el resto de los empleados se volvió insoportable.En esa casa, propiedad de un hombre que también le alquila al organismo un equipo de sonido con operador, trabajan contratados con relación de dependencia como asistentes educativos y evaluadores. “Ahí intentan tapar el conflicto que Fiorino es incapaz de resolver, para sostener la idea de que ‘todo sigue funcionando normalmente’”, añadió una planta permanente del Sipted, que conoce todos los bemoles de la actual conducción.Hasta el momento, las asambleas y cortes en la avenida Uruguay, ni siquiera el acampe en la vereda de la sede central, han hecho mella en la cuestionada cúpula. No soplan vientos de cambio. Pero todo depende de cuan extensa se torne la crisis y de su profundización.El punto es que cada dato que trasciende deja peor parados a Fiorino y compañía.El último fue el de la contratación de un ingeniero en informática para la elaboración/organización de una base de datos nueva. Las fuentes confirmaron que ese trabajo continúa en fase experimental, porque nunca pudo sistematizar toda la información que contenía la anterior plataforma. E incluso los trabajadores del sector a veces tuvieron que hacer el cargado de datos de manera artesanal.Y no es todo, el mismo ingeniero, agregaron los consultados, tenía como misión crear un nuevo sistema para el área de Administración y Finanzas. Pero aún no se encuentra plenamente operativo y los empleados se ven obligados a utilizar el anterior. Además, tildan de poco confiable al que fue recientemente creado. En síntesis, sostuvieron, se gastaron 80 mil pesos para trabajos informáticos que han servido poco y nada.También área específica de Informática de la institución estaría a la deriva. Antes, contaba con tres personas, pero el desbande comenzó cuando el grupo pidió un adicional por el trabajo de reorganización de la base de datos. Fiorino lo habría tomado como una grave afrenta. El responsable del sector, harto de recibir presiones, pidió su afectación a otra dependencia y dos contratados qu
e lo acompañaban, renunciaron.Fue entonces que se contrató al ingeniero. El resto de la historia es conocido.El Sipted pasó de institución modelo a nido de sospechas.





Discussion about this post