CANDELARIA. Cansados de tanta persecución y hasta violencia laboral, un grupo de trabajadores del hospital de esta localidad dijeron basta y decidieron contar a PRIMERA EDICIÓN lo que está ocurriendo en la antigua capital misionera. “Pensar diferente acá es castigo”, manifestaron los empleados del nosocomio, que ayer se entrevistaron con este medio. “Nosotros pedimos claridad y equidad. Queremos que las cosas se cumplan, que los fondos que son para personal lleguen a esas manos y que se compren todos los insumos necesarios para brindar una mejor atención”, dijo la administrativa Graciela Kozachek. Los reclamos de los trabajadores son dos bien puntuales: por un lado ver los balances de los ingresos y egresos de dinero y que los directivos dejen de lado la persecución. “Hay aprietes constantes, hay ninguneo, falta de respeto, violencia laboral y lo más grave de todo, es que se descuenta al personal que hace paro como medida de fuerza, siendo que la Constitución Nacional avala esto”, indicó la secretaria de comunicación de la Asociación de Trabajadores del Estado, Dora Galeano. “Puntualmente lo que nosotros queremos es desplazar al director de su cargo. Ya le pedimos al ministerio, pero el subsecretario (Germán Bezus) nos pidió un impasse para salir de este asunto, pero resulta que hace más de un mes que hicimos esa movilización y protesta, y todo sigue igual. Queremos la remoción del cargo de la jefa del Área Programática y del director del hospital”, aseveró el odontólogo Rubén Russo, quien confirmó que no hay ningún trato con la máxima autoridad. “Yo soy director y hago lo que quiero, me dijo el director ayer cuando le pedimos una reunión. Después les hizo firmar unos papeles a algunos cercanos a él”, dijo Kozachek, quien también se quejó de la falta de diálogo con este médico. En el hospital se atienden más de cien personas por día y cuenta con unos 45 trabajadores. “Sin embargo, las guardias son para unos pocos. Yo traté de hablar con él (Pereyra) para que me expliqué por qué me descontó, me respondió de muy mala manera y me dijo: vos no haces nada, estás al pedo. Su vocabulario no es cordial”, aseguró la técnica del Laboratorio, Sara Isabella. “Ahora estamos divididos por la mitad, los revoltosos a la mañana y los amigos por la tarde”, cerraron.





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