Garupá. Los vecinos que reclaman hace siete meses las conexiones de luz y agua ayer nuevamente salieron a manifestarse a la ruta 12, por segundo día, porque seguían en las mismas condiciones a pesar de las numerosas promesas. Se trata de las 38 familias que hace siete meses se mudaron a casas precarias construidas en Los Potrillos por el Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (Iprodha), en el marco de la reubicación del barrio San Jorge y del programa de “Ayuda Mutua”, mediante el cual posteriormente en conjunto edifican las viviendas de material. En la ruta ayer los vecinos nuevamente manifestaron su indignación y hasta pensaron que se trataba de una broma de mal gusto, ya que representantes de la empresa Emsa se acercaron y manifestaron que “está todo para la instalación de la luz”, pero que cada usuario debía abonar la suma de 560 pesos para la conexión. “Nosotros hace siete meses que estamos esperando y ahora nos salen con esto, a nosotros quién nos paga todos los daños y los padecimientos”, dijo una de las mujeres, quien agregó que ninguna familia está en condiciones de abonar la mencionada suma. El martes, desde el Iprodha habían manifestado que las demoras eran responsabilidad de la empresa eléctrica y que por tal motivo tampoco tenían agua potable, ya que no había forma de hacer funcionar la perforación para abastecer a los relocalizados. Después de numerosos reclamos y cortes de ruta incluidos, ayer la empresa Emsa emitió un comunicado en el cual expresó que: “Nos encontramos a la espera de que cada vecino realice ante la Oficina Comercial correspondiente, el trámite de solicitud de conexión, condición necesaria e imprescindible para conectar a cada uno de ellos”. La noticia no hizo más que acentuar más la bronca entre los vecinos que hace meses peregrinan de una oficina a otra para contar con los servicios básicos de energía eléctrica y agua potable.





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