POSADAS. Las mujeres que tienen hijos por parto natural son una especie en vías de extinción. Así lo afirman desde la Red Latinoamericana y del Caribe para la Humanización del Parto y el Nacimiento (RELACAHUPAN), que al igual que cientos de organizaciones y colectivos de hombres y mujeres en todo el mundo, desarrollan actividades por la Semana Mundial del Parto Respetado.Evitar las cesáreas innecesarias es la propuesta de la edición de este año, que se inició el lunes y culminará este viernes. No obstante, ocurre que cada vez se realizan más cesáreas en los sanatorios privados -porque para los médicos son más redituables-, mientras que en los hospitales públicos, se busca extremar las posibilidades para que el parto sea vaginal en lugar de por cesárea, para minimizar costos. Estas tendencias, lejos están de considerar la real condición física e incluso la voluntad de cada madre, es decir, que van en contra de la Ley Nacional de Parto Humanizado N° 25.929, a la cual Misiones adhirió mediante la Ley XVII Nº 61 (Antes Ley 4.421).Y a veces el forzamiento al parto vaginal en los hospitales públicos es tan extremo que lleva a la muerte del bebé y/o de su madre. De estos, hay numerosos y lamentables casos en Misiones: el caso de Jazmín Barbieri, quien falleció hace dos años por un shock séptico tras ser forzada a un parto vaginal en el Hospital Materno Neonatal y recientemente el Juez Balor desestimó que se tratara de mala praxis. Otro caso es el de Alicia Monzón (24) de Jardín América (ver recuadro).“El parto respetado consiste en respetar los tiempos fisiológicos de la mujer y el bebé, los tiempos afectivos, psíquicos, emocionales de la madre y de la familia que está recibiendo a ese niño”, sostuvo en diálogo con PRIMERA EDICIÓN Ana Laura Rojas Miguez, partera egresada en la Universidad de Buenos Aires (UBA). “La mujer tiene un enorme poder sobre su cuerpo y debe tener acceso a información para poder decidir qué prácticas son necesarias y conocer en qué consiste una cesárea o un parto normal”, agregó, quien junto a un grupo de mujeres se pliega a las actividades por esta semana. La leyLa Ley nacional 25.929, denominada “Derecho de padres e hijos durante el proceso de nacimiento” , se sancionó en 2004. Entre sus principales puntos establece que “toda mujer, en relación con el embarazo, el trabajo de parto, el parto y el postparto, tiene los siguientes derechos: a) A ser informada -de manera comprensible- sobre las distintas intervenciones médicas que pudieren tener lugar durante esos procesos, de manera que pueda optar libremente cuando existieren diferentes alternativas; b) A ser tratada con respeto, y de modo individual y personalizado que le garantice la intimidad durante todo el proceso asistencial y tenga en consideración sus pautas culturales; c) A ser considerada, en su situación respecto del proceso de nacimiento, como persona sana, de modo que se facilite su participación como protagonista de su propio parto; d) Al parto natural, respetuoso de los tiempos biológico y psicológico, evitando prácticas invasivas y suministro de medicación que no estén justificados por el estado de salud de la parturienta o de la persona por nacer; e) A ser informada sobre la evolución de su parto, el estado de su hijo o hija y, en general, a que se le haga partícipe de las diferentes actuaciones de los profesionales; g) A estar acompañada por una persona de su confianza y elección durante el trabajo de parto, parto y postparto. Los nueve meses más tristesNueve meses han pasado desde que Alicia Monzón (24) de Jardín América atravesara la experiencia más traumática y triste de su vida. Fue justamente el día en que su bebé tenía que nacer, en el nosocomio de esa localidad. Pero los médicos que la atendieron se negaron rotundamente a realizarle una cesárea -pese a que no tenía dilatación- porque ella no contaba con dinero para pagarla. Recordemos que cobrar por esta intervención está totalmente contra la ley, ya que se trata de un nosocomio público. Y lo más atroz es que por forzar el parto vaginal, el bebé que estaba en perfectas condiciones de salud y a término, murió y su madre sufrió una grave infección.“Todavía no puedo superar esto que me hicieron, fue una tortura que no se la deseo a nadie. Todavía no me puedo recuperar, no hice mi duelo por la pérdida de mi bebé”, señaló Monzón a este matutino. “Esperaba que fuera un lindo momento traer un hijo al mundo pero me arruinaron ese sueño que tenía. Ojalá que algún día pueda superarlo”, agregó, quien hoy financia con ayuda de sus padres los viajes a Posadas para recibir atención psicológica en el hospital. La fiscal Luna, de Puerto Rico está siguiendo la causa y solicitando declaraciones a los implicados.




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