Todo indica que el juez de Instrucción 3 de esta ciudad, Juan Pablo Fernández Rissi, se apartará de la causa que investiga el crimen de Liani Itatí Piñeiro, la joven de 18 años cuyo cuerpo fue encontrado el jueves 12 de julio pasado, en Puerto Esperanza.
El magistrado ya se había inhibido de continuar en el caso, pero el Tribunal Penal 1 de Eldorado rechazó los argumentos y lo restituyó al frente de la investigación.
En aquella oportunidad, Fernández Rissi había invocado sentirse violentado moralmente al ser acusado de parcialidad por los deudos de la víctima y de Hernán Céspedes, el único detenido que tuvo la causa y que después se suicidó en un calabozo de la Unidad de Resguardo y Custodia de Detenidos, dependiente de la Unidad Regional V de Iguazú.
Sin embargo, la situación registró un nuevo incidente, preocupante por cierto. Fue el lunes, cuando el magistrado fue agredido verbal y físicamente por un sector de manifestantes que se expresaban frente al Juzgado.
Allí fue blanco de insultos, “huevazos” y hasta habría sido amenazado de muerte. No solamente él; su hijo menor también.
La situación, definitivamente, superó todos los límites y ahora sí existirían motivos más que suficientes para que el juez original se haga a un lado de la causa.
De ser así, el expediente pasaría entonces al juez civil de Iguazú, Ricardo Gerometta, quien en su momento también rechazó los argumentos de inhibición de Rissi. Ahora la situación pareciera haber cambiado radicalmente.
Lo curioso de todo fue que el lunes, en horas de la tarde, después del incidente en la puerta del Juzgado de Instrucción 3, el magistrado recibió a los padres de Liani, Céspedes y también de Jordi Díaz, cuyo aniversario de muerte se cumplía ese día.
En un principio, la decisión del juez se conocería el viernes próximo, según una fuente consultada.





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