SAN PABLO, Brasil. En algún momento se tenía que notar la mano de Carlos Bianchi. Al Boca patético que se vio en el torneo local, se le contrapuso anoche la versión aplomada, equilibrada y con oficio. Con actitud, sin sobrarle nada, el Xeneize consiguió anoche uno de los resultados más importantes del año. Dejó afuera de la Copa Libertadores nada más ni nada menos que al campeón Corinthians. Fue 1 a 1.Una genialidad de Román Riquelme a los 25 minutos del primer tiempo dejó sin chances al arquero Cassio y selló el camino de la clasificación. El “10” disparó desde 30 metros de distancia y sorprendió al portero. ¿Fue un centro fallido? ¿Midió el tiro? Da igual, se coló un ángulo. La presión asfixiante del Corinthians duró apenas cinco minutos, el tiempo que le tomó Boca abroquelarse y buscar la contra, con Blandi como única punta.La defensa, con Burdisso y Caruzzo como estandartes, tuvo una solidez para destacar. Tal vez el menos seguro fue Clemente Rodríguez, que sufrió bastante cuando atacaban por su lado. En el medio, el despliegue de Sánchez Miño y, sobre todo, de Erviti, dio frutos rápidamente. Boca cerró todas las vías por donde podían ingresarle y se animó a avanzar.El local intentaba con Romarinho (le anularon un gol por una posición adelantada que no existió), el siempre peligroso Emerson (amonestado por reclamar un penal, que pareció eso, derivado de una mano que lo desacomodó cuando se disponía a definir) y el peruano Guerrero (el más impreciso de los tres).Antes de los 15, Román avisó con un centro desde la izquierda, que nadie pudo conectar. Y luego con un tiro libre desviado. Maduraba el gol. La conquista llegó a los 25. Joya de Riquelme y tranquilidad para Boca.Después lo tuvo Blandi, que disparó cruzado apenas pisó el área grande, pero quedó con el grito atragantado, porque Cassio se lo tapó. Corinthinas navegó en la desesperación hasta el final de la primera etapa. El nerviosismo se trasladó a la tribunal local, que poco a poco fue perdiendo la sonrisa.Apenas empezó el complemento, Paulinho colocó el 1 a 1, de cabeza. Boca se replegó y cedió todo el protagonismo al local. Riquelme, exhausto, fue reemplazado por Viatri.Orion se transformó en figura. El ingresado Pato se perdió un gol increíble, al trastabillar y despejar el balón en lugar de meterla en el arco.De la visita, muy poco. Recién hacia el final del partido, lo tuvo Bravo, pero no le pegó bien. También Viatri. La suerte tampoco lo asistió.No hubo tiempo para más. Las 38 mil almas que fueron a alentar al Timao se desconcentraron en pena.Boca está en cuartos. La semana que viene enfrenta en la Bombonera a Newell’s.




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