POSADAS. Los dos policías acusados por el homicidio de la docente Carmen Mirta Rosa fueron trasladados desde la Unidad Penal I del Servicio Penitenciario Provincial, en Loreto, hasta la Unidad Penal VI para encausados y procesados, en Miguel Lanús.La novedad fue confirmada ayer a este medio por los propios familiares de los uniformados, quienes esta semana iniciaron un “encadenamiento” frente a la Casa de Gobierno en reclamo de dicha medida.Según pudo averiguar este diario, ayer el juez Ricardo Balor, al frente del Juzgado de Instrucción 6 de Posadas, ordenó que el oficial y el cabo continúen tras las rejas pero en Miguel Lanús y no en el penal de Loreto, donde los funcionarios policiales compartían sus días con el resto de la población penal.Al respecto, la madre del oficial apresado reiteró ayer que los policías involucrados son inocentes y aseguró que junto a su familia continuarán con la medida en la plaza 9 de Julio de Posadas “hasta que el crimen se esclarezca”.Rosa apareció sin vida alrededor de las 17.30 del pasado jueves 14 de febrero, a un costado de la cancha de fútbol del barrio Los Potrillos, en Garupá.Lo que en principio parecía una muerte natural se transformó luego de la autopsia en un brutal crimen: la docente tenía golpes mortales en el cráneo, el tabique fracturado y había sufrido estallido de vejiga producto de un golpe en esa zona.A casi un mes del hecho, Balor ordenó la detención de los dos policías que cumplían funciones en la comisaría seccional Quinta y que habían sido requeridos por un vecino para trasladar a la mujer, que sufría de esquizofrenia.En su declaración, los uniformados aseguraron que dejaron a la mujer a la vera de la ruta nacional 12. Lo que ocurrió entre ese momento y el hallazgo del cadáver es el misterio que las autoridades intentan develar.





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