POSADAS. En el segundo semestre de 2013 se instalará en el Hospital Escuela de Agudos Dr. Ramón Madariaga (HEADRM) un equipo para agilizar el análisis de las muestras de Papanicolau (PAP). El aparato, de industria brasileña es el mismo que el año pasado comenzó a utilizarse en Jujuy, y su utilización se enmarca en el Programa Nacional de Prevención de cáncer de cuello uterino o cérvico uterino. En principio, el equipo se destinará a la toma de muestras de población hospitalaria de riesgo comprendida por mujeres de entre 30 y 64 años.“Con este aparato se realizará el test del HPV (Virus del Papiloma Humano, el causante del 99% del cáncer de cuello uterino) a mujeres de 30 a 64 años. Se hace una toma de muestra por medio del PAP y se analiza para detectar si está infectada con el VPH. Si está infectada se avanza en otros pasos, como son la toma de una biopsia y diferentes tratamientos según el estado de avance que tenga”, indicó a PRIMERA EDICIÓN la patóloga María Angélica Lorenzati, quien se desempeña en el laboratorio de Patología del HEADRM.El cáncer de cuello uterino, en casi el 99% se ocasiona a partir de la infección por el virus del HPV. Hay más de 100 tipos pero sólo algunos se incorporan al núcleo de las células y son oncogénicos, es decir, que generan las alteraciones a nivel celular y pueden llevar a generar el cáncer.Índices de mortalidadEn Argentina, este cáncer es el segundo más diagnosticado en mujeres. Se estima que cada año se detectan 3.000 casos nuevos y mueren aproximadamente 1.800 mujeres a causa de la enfermedad.La incidencia varía de acuerdo a las provincias y en las del Norte, los índices siguen siendo muy altos. “En el hospital vemos mujeres muy jóvenes con cánceres muy avanzados, que fallecen y dejan a niños huérfanos. Es muy lamentable. Realmente es una picardía que todavía se nos sigan muriendo mujeres con cáncer de cuello, cuando tenemos a disposición en los hospitales y sanatorios, la posibilidad de hacernos un chequeo anual por medio del PAP”, dijo Lorenzati. “Acá en la ciudad hay un poco más de conciencia, pero muchas personas, sobre todo en localidades del interior, tienen la idea de que tienen que ir al médico cuando se sienten mal, y en ese momento, ya puede ser muy tarde”, agregó. El Programa Nacional de Prevención de Cáncer Cérvico-uterino se propone reducir la incidencia y mortalidad por cáncer de cuello de útero implementando estrategias para lograr la alta cobertura de la población objetivo, la alta calidad del test de tamizaje, y el adecuado seguimiento y tratamiento de las lesiones precancerosas y cáncer.




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