Para que no conozcan sólo la foto

POSADAS. Fue impresionante la cantidad de niños de las salitas de tres, cuatro y cinco años de esta ciudad que visitaron el campus del Instituto Montoya para disfrutar de una jornada en contacto con animalitos de granja y algunas especies de la fauna autóctona. El buen sol y clima agradable redondeó la culminación de tanto esfuerzo para que todo salga según lo planificado. “Las instalaciones nos quedaron chicas con tantas escuelas que nos visitaron. La verdad fue un éxito. Como siempre, colaboraron coordinando las actividades los estudiantes del profesorado en Biología, Educación Física y Nivel Inicial”, contó la directora de formación inicial (a cargo de todas las carreras que se dictan la casa de estudios y del  Museo de Ciencias Naturales), María Elba Bogoril de Bear.Las jornadas, que fueron creciendo en éxito con los años, consisten en educar sobre cómo tratar a una mascota, cuáles son nuestros animales de granja, los exóticos y los autóctonos, con los que muchos niños nunca tuvieron contacto más allá de una lámina o una foto. “Si los chicos no conocen los animalitos, no saben cómo tratarlos y de grandes no tienen desarrollado el sentido de protección”, explicó Bogoril. La novedad de este año fue la experiencia compartida con un apicultor para transmitir algunos conocimientos sobre el cuidado de las abejas y la función que cumplen”, explicó. El coordinador de la actividad, el ambientalista Amado Martínez también mostró su satisfacción por el éxito de la jornada. “Ver los chicos, la gente que colabora a pesar de muchas cosas da fuerzas para seguir con este trabajo. No quiero que el día de mañana todo se reduzca a un abrazo simbólico porque ya destruimos nuestra naturaleza. Si enseñamos a cuidar ahora, nos garantizamos un futuro”, agregó. Para Martínez, “los niños se merecen que los mayores hagamos el esfuerzo para que ellos aprendan a amar la naturaleza. Cualquier cosa que se haga para ellos en este sentido, siempre es poco”.La actividad consistió en una recorrida por el serpentario del campus Jorge Kemerer y la exposición de diversos animalitos al estilo de una granja. Siguieron los juegos y la merienda. La amplia sonrisa de todos habló por sí sola.