POSADAS. La ganancia está en la diferencia cambiaria y detrás de la maniobra se encuentran organizaciones criminales que aprovechan la operación para lavar dinero. Primero se depositan en los cajeros locales grandes sumas en pesos. Luego y con la complicidad de un comercio “pantalla” en Paraguay ese efectivo es debitado por compras ficticias. Posteriormente, los billetes son retirados en una entidad bancaria del vecino país, pero en dólares. Quienes facilitan sus tarjetas de crédito y cuentas de ahorro para esta maniobra fraudulenta reciben a cambio una “cometa” o dinero por el “servicio prestado”. Por lo general suelen cobrar entre 200 a 500 pesos, depende la suma que se presten a depositar a su nombre. Esta tipología de delito no tiene vacío legal, teniendo en cuenta que se configura como “lavado de dinero”, indicaron fuentes del caso. Se cree que la organización que está detrás de esta maniobra ilícita opera en la región desde hace varios meses , y desde que se impuso el cepo cambiario en nuestro país. Ocho sospechosos demoradosPersonal de la Policía Federal demoró ayer a la tarde a ocho personas, cinco hombres, dos mujeres y un menor de 17 años, bajo sospecha de efectuar maniobras fraudulentas con tarjetas de débito ajenas. El operativo se concretó en los cajeros que posee el banco Macro sobre la calle San Martín casi Colón. Los uniformados incautaron 97 mil pesos en efectivo en poder de los sospechosos, como así también 19 tarjetas de débito que no estaban a nombre de ninguno de ellos y once ticket de depósitos bancarios por un total 55 mil pesos en efectivo.Para los investigadores los demorados serían apenas parte del engranaje de una organización dedicada al lavado de dinero. Se presume que el efectivo lo obtienen por parte de comerciantes en la vecina Encarnación (Paraguay), luego viajan a Posadas y lo depositan en cajas de ahorro de terceros, cuyas respectivas tarjetas de débito “alquilan”.Una vez que se acredita el dinero, regresan a suelo paraguayo y le entregan las tarjetas a quienes le suministraron los pesos. Estas personas luego realizan las compras ficticias, -tal vez en sus mismos comercios “pantalla”-, que se les acreditan en dólares. De esta manera, -y más allá del recargo del 20% que sufren las compras con tarjetas en el exterior-, logran transformar en dólares a cotización oficial, los pesos que ingresaron en la maniobra. Por lo general los titulares de las cuentas en las que se deposita el dinero, no tienen como demostrar el origen de esos fondos. Los negocios “pantalla” involucrados pueden pertenecer a la propia organización mafiosa o, en otros casos, ser subcontratados a terceros a cambio de una comisión. El dinero retirado de las entidades bancarias paraguayas también es girado en cheques o entregado en efectivo a terceros. La aceitada maniobra está estructurada y funciona en “células” para que las autoridades no puedan identificar a los responsables del lavado del dinero. Alquiler de tarjetas Una fuente que prefirió no dar a conocer su identidad, reveló que un grupo de personas de nacionalidad paraguaya suele recorrer organismos públicos, donde les ofrecen a los empleados 200 y hasta 500 pesos para “alquilar” tarjetas de débito por unas horas. “En algunas oficinas por la mañana se juntan las tarjetas en cajas de zapatos, luego los paraguayos las retiran y las traen por la tarde, abonando a cada persona su correspondiente dinero por el ‘alquiler’”, relató el testigo. Un comerciante en tanto, agregó que “estos individuos se presentan en negocios y les ofrecen al personal pagarles por el préstamo de la tarjeta de débito. Tengo un compañero de trabajo que ‘recaudó’ 2.000 pesos en una semana, pero tuvo que dejar de alquilar su tarjeta porque y le llegó una carta documento de la AFIP, para que rindiera cuentas de las grandes sumas de dinero que depositaba. Estamos hablando de 20 mil a 50 mil pesos”.





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