POSADAS. Con más testimoniales se desarrolló ayer la segunda audiencia del juicio oral y público que se le sigue a un aduanero local y al conductor de una camioneta por contrabando. En esta ocasión los testigos citados por el Tribunal Federal de Posadas aportaron datos discordantes, algunos a favor de los imputados y otros que complican su situación. En primer término dos agentes del Senasa respondieron las preguntas de los jueces y uno de ellos habría dicho que oyó decir al aduanero -el día del hecho- “uy, se me escapó”, en relación a la camioneta Kangoo que de acuerdo a la investigación judicial el funcionario habría dejado pasar en el puente internacional San Roque González de Santa Cruz. Posteriormente, quien era el jefe del agente involucrado al momento del hecho habría contado que el acusado le dijo que “liberó un auto (es decir, lo dejó pasar en la jerga aduanera) y que después lo agarró Gendarmería” y agregó que “a todos los vehículos hay que abrirles el baúl y eso no hizo el imputado”, según indicaron las fuentes. Luego brindó su testimonio el gendarme que manejaba la patrulla involucrada en el operativo y habría dejado entrever que el chofer de la Kangoo “no se venía escapando debido a que marchaba a baja velocidad”. Este testimonio afirmaría lo que ya dijo el conductor en su momento, “que no venía huyendo del control”. La mayoría de los testigos confirmó que el lugar donde fue interceptada la camioneta estaba muy oscuro por falta de alumbrado público. Este detalle es importante a la hora de valorar el por qué los gendarmes decidieron requisar el rodado en la sede del Escuadrón 50 Posadas y no en la escena. El próximo lunes se cumplirán los alegatos y probablemente se conocerá la sentencia. El casoEl hecho por el cual son juzgados el aduanero y el otro imputado se inició en medio de un procedimiento de Gendarmería, el 15 de abril de 2009. Ese día, a la 1.45, un centinela de dicha fuerza federal, apostado en el puente, llamó al móvil de sus camaradas, que se encontraban patrullando en el sector de las avenidas Mitre y Roque Saenz Peña. El centinela alertó a sus compañeros que un vehículo tipo furgón, marca Renault, había pasado por el control de ingreso al país de aduana sin ser revisado por el funcionario de Aduana que estaba de turno -en este caso el acusado-. La patrulla, basándose en tales presunciones, interceptó a la altura de las vías del ferrocarril a un rodado similar, resultando ser una Kangoo, conducida por el otro acusado. El conductor detuvo la marcha y posteriormente, al requisar el rodado, se halló una gran cantidad de cigarrillos y electrodomésticos de origen extranjero, sin aval aduanero. El oficial a cargo del operativo dejó constancia de que luego de detener la camioneta sospechosa y antes de trasladarse la comitiva a la sede del Escuadrón 50 “Posadas” de Gendarmería para la requisa, se presentó el agente aduanero involucrado, quien se encontraba apostado en el carril de ingreso al país, solicitando hablar con el oficial, circunstancia en la cual presuntamente le solicitó al gendarme que no controlara el vehículo y lo dejara seguir, manifestando además “que si lo controlaban lo partirían al medio”.





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