POSADAS. El canje de caballos por motocarros para beneficiar a los recuperadores urbanos podría ser la punta del ovillo no sólo para dignificar a las familias que viven del reciclaje, sino también para terminar con el maltrato animal. Se trata de un proyecto que tomó estado parlamentario en el Concejo Deliberante a fines del año pasado, y que las sociedades protectoras de animales capitalinas están esperando que se apruebe para empezar a solucionar un viejo problema. “Se pretende que las personas puedan ser reconocidas como recuperadores y además puedan tener más beneficios sociales con esta actividad, por ejemplo, creando cooperativas de trabajo para que se unifiquen los puntos de entrega del material reciclable que levantan”, explicó a PRIMERA EDICIÓN Vanesa Florentín, voluntaria de El Refugio de Animales, quien redactó parte del proyecto. Florentín resaltó el trabajo de estas familias, que se presume serían más de 300, pues “cumplen un rol importante, el de recicladores urbanos, en nuestra ciudad todavía no existen programas concretos de separación de residuos reciclables, por lo que su trabajo es de suma importancia. La recolección que realizan los cartoneros es la única actividad de reciclaje regular y constante que se hace en el país”. “Pretendemos que esta ordenanza sea una hoja de ruta, que marque el camino para las acciones que habrá que ir tomando. No sólo es una decisión política, toda la sociedad civil debe involucrarse, separando los elementos que puedan ser reutilizados para facilitar la tarea de los cartoneros”, puntualizó la mujer, quien ha encarado varios rescates de animales en condiciones de maltrato extremo. “Consideramos que sólo la sustracción de caballos, sin una alternativa que lo reemplace, no serviría, porque significa el reemplazo por otro caballo, no es un caballo menos en la calle, es otro caballo. Deben sustituirse por motocarros”, insistió. Lo cierto es que estas personas y familias que circulan por sus carros por la ciudad hacen que se reutilice hasta un 17% de los residuos que todos producimos, por lo que ahorran mucho dinero al municipio. Sin embargo lo realizan en condiciones insalubres, peligrosas, injustas y extenuantes.“En Posadas, a pesar de que aún no es tan masiva la actividad, vemos que en los últimos años ha ido en aumento y cada vez hay más animales en mal estado físico. Nuestra institución ha rescatado varios en estado lamentable, incluso algunos no sobrevivieron. Los rescates son onerosos, tienen un costo operativo que no siempre podemos asumir, traslados, atención y tratamiento veterinario, alimento etc. Además de las cuestiones legales. (sigue en pág. 6)





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