POSADAS. Emsa ya recibió cien millones de pesos en los últimos seis meses para no quebrar. Estos aportes provienen del Estado provincial y se suman a los más de 30 millones por mes que recauda la empresa por la distribución de energía. Sin esos fondos de ayuda lo más probable es que el presidente Sergio Ferreyra termine como su antecesor Héctor López Ricci, quien fue expulsado por el sindicato de Luz y Fuerza supuestamente por reclamos salariales que no cumplió.Esta semana se conoció que a mediados de abril la provincia le giró a la empresa otros 40 millones de pesos como aporte no reintegrable, que en total, en lo que va del año, alcanzan los cien millones de pesos.El 28 de diciembre pasado se firmó el decreto para entregarle 16,5 millones de pesos; luego el 14 de enero se conoció otro aporte por 40 millones de pesos (decreto 07) nuevamente como “aporte irrevocable de capital”.Además, directivos de altos cargos en la empresa comentaron esta semana que las autoridades volvieron a incorporar personal contratado, a través de contratos por “servicios” (un mecanismo que disimula la cantidad real de personal); muchos de ellos vinculados a los jerarcas del Sindicato.Esta situación genera malestar entre los trabajadores debido a las numerosas deudas que la empresa mantiene con ellos y el argumento permanente de que el peso de los salarios es lo que más esfuerzo económico le demanda a la empresa. Con este “peso salarial” es contraproducente que sigan contratando en lugar de disminuirlo, señalaron dirigentes de la empresa.Debido a esta situación necesita permanentes aportes del gobierno, que se realizan con la figura de “aportes de capital” que no son reintegrables.Se utiliza esta figura legal como una herramienta para girarle fondos sin ningún tipo de contraprestación a la empresa, que a esta altura se ha vuelto una especie de “agujero negro” que devora millones y millones de pesos todos los años, supuestamente para realizar obras.En pocos casos se explicó a dónde se destinan las millonarias partidas. Además, no se explican el criterio, ni los plazos de tiempo en que estarán las obras que se deberían financiar con esos aportes.Entre los fundamentos de los decretos se reitera una breve e imprecisa explicación en la que se indica que la empresa solicitó el aporte al Gobierno provincial justificado en la “necesidad de dar continuidad a las inversiones que se realizan en la ampliación de potencia de las estaciones transformadoras en distintos puntos de la provincia, por lo que resulta necesario requerir al Estado provincial un nuevo aporte a cuenta de futuro aumento de Capital de Acciones Clase “A” de Emsa”.En otro tramo del texto se describe el mecanismo legal que utiliza el ministro de hacienda, Hassan, para enviar dinero en forma permanente sin tener certeza de su destino ni resultados. “Los aportes irrevocables a cuenta de futuras suscripciones de acciones, son una creación de la práctica societaria, ya que no se encuentran previstos en nuestra Ley de Sociedades Comerciales 19.550 y responden a la necesidad que pueden tener las sociedades de contar con fondos en forma inmediata cuando no obtienen financiación externa, no pueden asumir sus costos o no disponen del tiempo suficiente para realizar el debido aumento de capital”, señala.“Así, los propios accionistas o terceros efectúan desembolsos como aportes irrevocables a cuenta de futuros aumentos (no son estrictamente aportes societarios ni préstamos) que son receptados por la asamblea o el Directorio. El elemento que caracteriza al aporte es ‘su vocación de permanencia y que soluciona un problema financiero en forma inmediata, con el ánimo de acceder o incrementar la participación social y gozar de los eventuales beneficios de un socio’”, añade el decreto 07/2013.





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