En una sesión de trámite rutinario y tranquilo -salvo la intervención de los jubilados casi al concluir ésta (ver nota principal)- sancionó ayer sólo dos ordenanzas de cierta trascendencia en el ordenamiento municipal. Creó el programa Defensoría de la Juventud y reformó el Estatuto del Agente Municipal para incorporar el tema de la violencia de género en el ámbito laboral.A su vez, regresó a comisión otro dictamen de ordenanza para fijar la gratuidad del acceso a los espectáculos deportivos a los niños menores a doce años.El propósito de la primera de esas normas es el de establecer en la Defensoría del Pueblo de la Ciudad un ámbito donde se contemple con asistencia y asesoramiento la problemática de la juventud a fin de promocionar la protección de sus derechos y articular políticas eficaces con ese propósito.En cuanto a la segunda, se incorporaron dos nuevos artículos, el 52 bis y 52 ter a la ordenanza 1.059 para permitir la solicitud del traslado a otra dependencia de la mujer que en su ámbito laboral fuese víctima de la violencia de género, física o psíquicamente. Empero, prevé denuncias policiales y certificaciones médicas que, a la luz de los antecedentes, podría hacerlos inaplicables o poco eficaces.





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