POSADAS. El discurso de Closs del miércoles 1 de mayo fue uno de los más llamativos de los seis años que le tocó abrir el período de sesiones ordinarias de la legislatura. Es posible que no haber preparado un texto para leer y haberse apoyado solamente en un borrador con ideas centrales de sus acciones de gobierno lo hayan liberado más de la cuenta para explayarse sobre algunas cuestiones.Durante los noventa minutos comentó algunos datos estadísticos, habló de los proyectos y anticipó acciones pero más allá de eso, que sería normal, reconoció situaciones de gobierno y admitió complejas situaciones en algunos organismos, que en otros casos, con un texto cuidadosamente armado, seguramente hubiera obviado o suavizado.Entre los principales puntos que dio a conocer y que no se esperaba semejante nivel de sinceridad, se puede mencionar la situación de la Policía provincial, sobre la cual dijo que se dieron muchos casos de policías vinculados al delito en los últimos años, por lo cual anticipó una purga o una depuración. “Deberemos expulsar de la fuerza a los policías que cometan delitos” dijo sin anestesia, admitiendo una situación de desmanejos, casi fuera de control, en algunas zonas. Para solucionar esto anticipó la creación de una Fiscalía de Asuntos Internos.Vinculado a la Policía dejó el gobernador otro comentario inesperado. Dijo que le “preocupa” la ruta de la droga, en la cual Misiones es el punto de partida en la Argentina, sobre todo para el ingreso de marihuana al país. Dijo que no solo ingresa para ser trasladada la droga hacia las provincias del centro y sur sino que también ahora atraviesa en forma perpendicular a la provincia, desde el río Paraná al Uruguay, del mercado productor paraguayo al mercado consumidor brasileño. Sin duda que esta situación también genera mayor disponibilidad de droga en las calles de las ciudades misioneras y por ello Closs anticipó la adhesión de nuestra provincia a la ley nacional de estupefacientes, lo cual le dará injerencia a la Policía local para intervenir en la venta minorista de drogas, principalmente en los barrios.Quizás en forma inconsciente también dejó ver la conveniencia que tiene el Gobierno al implementar el voto joven en la provincia, al señalar que el 38% de los misioneros tiene menos de 18 años, lo cual representaría un caudal importante en las urnas. Por encima de otras provincias, Misiones es la que tiene mayor porcentaje de población joven del país.Reconoció también la problemática de la tierra, la necesidad que existe entre los pobladores sin propiedad en el interior de la provincia y admitió la complejidad del tema al pedir a todos los sectores involucrados que tengan responsabilidad a la hora de discutir cómo hará se distribución. Dejó ver poco control en este aspecto ya que propuso crear un Registro de Poseedores de Tierras para que no suceda que un productor reclame una propiedad en un lugar pero resulta que tenía otra o varias en otros municipios. Evidenció que el área de Tierras no tiene la capacidad para resolver con celeridad los trámites legales referentes a títulos y por ello propuso que en un futuro próximo se traslade este andamiaje al Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional.En el plano económico también reveló situaciones que los funcionarios muchas veces prefieren no dar a conocer: por ejemplo, que es necesario una devaluación del dólar para recuperar competitividad (una medida que beneficiaría a los sectores exportadores y que el Gobierno nacional se niega a admitir) y reconoció que los niveles de exportación, a pesar del buen precio, están en los caudales más bajos desde que la renovación asumió el gobierno.Actualmente se exporta 400 millones de toneladas al año, la mitad de lo que se hacía en 2004 a pesar de que los precios son ventajosos. El sector forestal es el más afectado, que redujo en 2012 la mitad de lo que exportó en 2008. Para este sector anunció subsidios para recuperar el empleo.Por otra parte, volvió a desear políticas flexibles para atraer a las industrias, una medida que ya había anunciado en discursos anteriores, pero de nuevo fue más una expresión de deseo que una medida anunciada con detalles.No hubo mención a la situación de Emsa ni tampoco al tema de represas, dos temas álgidos que prefirió evadir a pocos días del comienzo de la campaña política.Habló de inclusión y mejoras en las políticas sociales como crecimiento del promedio de vida, aumento del número de jubilados, disminución de la pobreza y del desempleo, aunque sabiendo la poca credibilidad, o la duda que generan estos números, dijo: “no vamos a discutir las estadísticas”.





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