BANGLADESH. Decenas de miles de trabajadores se manifestaron ayer en Dacca, capital de Bangladesh, en ocasión del 1 de mayo, para denunciar la muerte de más de 400 trabajadores en el incendio de talleres textiles, mientras que en otros países asiáticos reclamaron aumentos de salarios y mejores condiciones laborales y en Europa marchaban contra las políticas de austeridad.En el Vaticano, ante miles de fieles que asistían a la audiencia semanal, el papa Francisco exhortó a los políticos “a hacer todo lo posible para reactivar el mercado laboral” y denunció el desempleo como la consecuencia de un pensamiento económico que omite “las reglas de la justicia social” (ver recuadro).En Dacca los manifestantes exigieron justicia una semana después del incendio de un edificio de talleres de confección en el que murieron 400 obreros que trabajaban en condiciones deplorables.Los manifestantes desfilaban detrás de banderas rojas y carteles que pedían la horca para los dueños de los talleres de la catástrofe.“¡Horca para los asesinos! ¡Horca para los dueños de los talleres!”, decían los carteles. “Queremos el castigo más severo para los responsables de esta tragedia”, dijo a la AFP Kamrul Anam, uno de los dirigentes de la Liga Bangladesa de la industria Textil y de Confección.A pesar de los llamados a la calma de la primer ministro, Sheikh Hasina, el Gobierno teme actos de violencia en las fábricas textiles del país, donde los obreros trabajan en condiciones miserables para las empresas occidentales.En Camboya los trabajadores manifestaron frente al parlamento, donde entregaron una petición pidiendo un aumento del salario mínimo a 150 dólares mensuales en las fábricas de confección.En Indonesia, 55.000 personas desfilaron en Jakarta, una cifra récord para un 1 de mayo, y en Filipinas miles de personas hicieron lo mismo en reclamos de aumentos salariales y una mejor distribución de la riqueza. “¡Abajo los privilegios!”, gritaban los manifestantes que pedían un aumento de 3 dólares del salario mínimo, fijado en 11 dólares.En Hong Kong, uno de los grandes centros financieros del planeta, 5 mil personas manifestaron en solidaridad con los obreros portuarios en huelga. En Estambul, Turquía, se produjeron enfrentamientos entre la policía antidisturbios y decenas de manifestantes, según observó un periodista de la AFP. Varias centenas de manifestantes, convocados por los partidos de izquierda y los sindicatos, gritaban “¡muerte al fascismo!” y “¡Viva el 1 de Mayo!”.En Grecia, donde se produjeron dos manifestaciones distintas en el centro de Atenas, una huelga del sindicato de los marinos paralizó el transporte marítimo entre todas las islas. En Francia, donde se registra una tensa situación social, los sindicatos también se manifestaron en forma dividida. En España, en tanto, donde el desempleo hace estragos, decenas de miles de personas salieron a protestar en las principales ciudades.Contexto de crisisEl 1 de Mayo o Día Internacional del Trabajo, conmemoración por excelencia del movimiento obrero mundial, se celebra hoy en un entorno sombrío y en medio de una persistente crisis económica que se prolonga ya por más de cinco años.Esta jornada, que es utilizada habitualmente para formular reivindicaciones sociales y laborales, viene marcada por los más de 197 millones de desempleados que hay en todo el mundo, quienes representan el 5,9% de la fuerza laboral, según las últimas estadísticas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).Desde que empezó la crisis económica, el incremento total del desempleo ha sido de 28 millones de personas, de las que 4,2 millones perdieron su trabajo en 2012.Las tres cuartas partes del incremento mundial del desempleo se concentró el año pasado en Asia oriental (China), Asia Meridional (India) y África subsahariana.No obstante, el epicentro de la crisis sigue estando en las economías avanzadas, donde se encuentran la mitad de las personas que se quedaron sin empleo en el último lustro.En ese período, los mercados laborales se han visto afectados por el debilitamiento de la demanda, así como por los planes de austeridad fiscal aplicados en varios países europeos, lo que ha supuesto recortes de empleos y salarios.Todo ello ha llevado a que un total de 39 millones de personas en edad y con capacidad para trabajar hayan decidido, empujados por la desesperanza, abandonar la búsqueda de una actividad remunerada.En cuanto a los jóvenes (de hasta los 25 años), la crisis del empleo se sigue cebando con ellos y se estima que serán de nuevo este año los que sufrirán con mayor intensidad las condiciones críticas de los mercados laborales.Actualmente, la tasa de desempleo juvenil es del 12,6 %, lo que representa 74 millones de jóvenes, aunque la OIT estima que medio millón más serán empujados al desempleo hasta 2014.





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