POSADAS. A casi un mes de que las familias de los parajes Puente Alto y La Colorada, ubicados en le municipio de San Pedro, fueran desalojadas, ayer volvieron a cortar la ruta provincial 17, en cuya vera están viviendo. En el Día del Trabajador se reunieron en asamblea para determinar los pasos a seguir, ya que se sintieron esperanzados al escuchar al Gobernador en su discurso de la apertura de sesiones legislativas decir que la provincia compró 28 mil hectáreas de tierra en Pozo Azul. Por otra parte, tal como lo publicó PRIMERA EDICIÓN, un grupo de profesionales de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) estuvo en San Pedro y se puso a disposición de la Municipalidad y de las familias para encontrar las posibles soluciones a este conflicto y ayudar en el nuevo comienzo que en algún momento deberán iniciar, porque es fundamental ver hacia el futuro y pensar en qué van a hacer para vivir una vez que tengan tierras. Antonia Husulak, del Colegio de Trabajadores Sociales, fue una de las profesionales que viajó y estuvo en el lugar y contó a este diario: “Dada la circunstancia de público conocimiento, el Colegio de Trabajadores Sociales se plantea alternativas para ayudar a la población afectada, nos conectamos con el colega que está al frente del área social de la Municipalidad de San Pedro y vimos que era compartido el diagnóstico, el de contener a la gente por la crisis que está transitando, ofrecimos esto, aceptaron y nos fuimos, respetando el territorio, las responsabilidades locales, hablamos con el intendente y su equipo, porque entendemos que es importante trabajar con las autoridades competentes.Como hipótesis teníamos una incertidumbre de cuáles eran los actores intervinientes en esta problemática y nos encontramos con muchas versiones, una de ellas que le prometían de Nación dinero para comprar tierras, también la Ley de Arraigo, todas pistas confusas. No había una dirección a una solución para que la gente no se confunda”.Indicó también que la primera oferta fue hacer un relevamiento de la situación real de las familias, “porque una cosa es la cantidad de personas que llegaron con sentido solidario a acompañar y otra la que están viviendo allí y realmente fueron desalojadas. Es muy importante la solidaridad manifiesta, pero con eso no es suficiente, es suficiente que haya medidas conducentes a la solución del problema”. Husulak, una profesional con una basta experiencia en el campo social, expresó que estas familias deben pasar de la emergencia y urgencia a la transición. Aunque indicó que de la charla que tuvieron con las familias surgió que por las mismas vivencias la desconfianza en las autoridades es el denominador común, por eso el grupo le sugirió al intendente que aquellas familias que aceptaran mudarse a las dos hectáreas que ofrece el municipio mientras se llega a una resolución de este problema lo hagan con papeles firmados que dejen expresamente claro que se trata de una solución transitoria. “Dentro de las soluciones de la transitoriedad también tienen la enorme oportunidad de hacer huertas orgánicas, huertas ecológicas, porque tenemos nuestra especialista y puede proveer mucha información”, detalló. Husulak mencionó que se puede utilizar la experiencia de la granja “El Fiaca”, de Posadas, de gran calidad en lo que a huerta se refiere. “Tenemos teoría y práctica como para dar un acompañamiento productivo y un acompañamiento psicosocial, esa es la propuesta concreta de la Facultad (de Humanidades) y del Colegio de Trabajadores Sociales. Hay que salir de la emergencia y entrar en la transitoriedad, y de ahí trabajar, no hay una única salida, algunos tienen chacras y cultivaban ahí. Otros tienen casas en otros lados y tenían chacras ahí, entonces creo que debe haber un verdadero relevamiento para que realmente se aboque a la resolución de los más conflictuados que fueron los desalojados y sabemos en las condiciones en las que fue”. Visión de futuroHusulak agregó también que “tenemos que darles una visión de futuro, alentadora, positiva, es lo que tratamos de hacer cuando fuimos. En Puente Alto hubo una coincidencia en el ‘no’ a los agrotóxicos. En el relevamiento que hizo la psicóloga y la asistente social ahí nomás había diez discapacitados o sea que las consecuencias de los agrotóxicos está a la vista y sigue estando.En Puente Alto vimos que había mucha gente consciente de la necesidad de hacer una producción sana. Pero hay que tener un diseño de planificación estratégica municipal donde se sabe qué producciones extensivas necesitan sí o sí venenos, entonces lo que la agroecología sostiene es que asociada a las plantaciones se puede plantar una cosa, otra cosa y todo convive, porque en el monte todo convive y sobrevive, si este concepto se entiende en los municipios y se ayuda a los productores a tener una salida económica, entonces sí se puede confiar que en próximas décadas nosotros tengamos comida sana”. En este contexto, la profesional aclaró: “Hay que generar una posibilidad mental de cambio de producción, porque están a punto de empezar de nuevo, están en la transición, de una manera o de otra van a tener que empezar de nuevo y entrar a un cambio de producción. Esta idea y el proyecto los mandamos al intendente (Miguel) Dos Santos, él aceptó y entonces quedamos que apenas termine esta transición, esta resolución inmediata de los conflictos, empezaríamos a desarrollar el curso de desarrollo local, producción, agricultura y economía sustentable, porque le tiene que rendir económicamente a los productores”.Teniendo en cuenta esto, Husulak y el equipo recurrieron a la vice decana de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNaM, quien “me ayudó antes en el Inta a dar los cursos de comercialización para que nos dé profesores. Ella tiene un programa muy lindo de emprendedores. Entonces, conjugadas las fuerzas de nuestra facultad y la de Ciencia Económicas, hacer un pool de conocimientos y saberes para que la gente salga económicamente. La agroecóloga sostiene que en dos hectáreas perfectamente se pueden hacer huertas y hacer un sistema completo y hay experiencia de esto que nosotros pensamos grabar y mostrar. Conjugar nuestro proyecto elaborado y aprobado el año pasado, el 20 de diciembre, con esta necesidad emergente es una prueba piloto, tenemos el equipo interdisciplinario, dos ingenieros agrónomos, una con una especialización en antropología, psicóloga y agroecóloga, otra psicóloga, tenemos la gente de Ciencias Económicas y la parte práctica de agroecol
ogía y nosotros desde Trabajo Social vamos a dictar lo que es desarrollo local y planificación estratégica, que es prever lo problemas, anticiparse a ellos e ir resolviéndolos gradualmente de acuerdo a un cronograma mínimo y lo que tenés que sostener como inmediato y mediato, esto es el cambio cultural productivo y social”.Para este equipo es indispensable comenzar a trabajar en la recuperación anímica de estas familias, mostrarles una posibilidad de futuro y trabajo y de cómo lograrlo, que es lo fundamental. Producir alimentos orgánicos para venderlos en las ferias francas podría ser una posibilidad, según la opinión de Husulak, para esto es fundamental que estas familias tengan asesoramiento de estos profesionales y seguimiento de los proyectos, concluyó la licenciada.




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