POSADAS. La violencia escolar en nuestra provincia llegó para quedarse, al menos así lo indican las últimas y constantes peleas que ocurrieron a la salida de las instituciones educativas. La situación es tan grave y crítica que llegó a ribetes impensados. En este caso, un niño de nueve años fue agredido a golpes de puños y patadas por sus compañeros de un colegio de la capital provincial. La escalofriante historia, en especial por la edad del menor agredido y la de sus atacantes, se dio ayer alrededor de las 14.30, cuando el niño caminaba con destino a una parada de colectivos urbanos, donde debía abordar uno que lo dejaría cerca de su domicilio. Pero nunca llegó, porque en el camino fue interceptado por dos compañeros del establecimiento educativo, de quienes no trascendieron las edades, pero las fuentes policiales precisaron que serían de la misma edad que el agredido. Sin mediar palabras, y quizás por un problema anterior, el niño fue golpeado y sufrió varias escoriaciones en distintas partes del cuerpo. Al verlo muy malherido, los atacantes decidieron parar la golpiza y con muchísimas complicaciones, el menor golpeado logró subir al medio de transporte y llegó a su casa, donde contó a su mamá de la semejante paliza que recibió. Según comentó la madre del niño en la comisaría donde radicó la denuncia, su hijo sufrió un hematoma en la espalda a la altura de la columna y varias escoriaciones producto de una caída. Lo emboscaron tres compañeros Otro hecho de similares características y también con mucha violencia, se dio ayer en el barrio A 3-2 de la capital, cuando un joven fue atacado por un grupo de compañeros, que lo esperaron a la salida de una escuela de la zona. La salvaje agresión ocurrió alrededor de las 15, cuando el joven agredido caminaba por una de las calles internas del barrio y en un tramo próximo a una de las calles principales del barrio fue atacado por al menos tres compañeros de la escuela, quienes luego de una breve discusión lo atacaron a golpes de puño. Para su suerte, el joven pudo defenderse y de esa manera disuadir los ataques de sus compañeros. Según indicaron desde la sección Décima que trabajó en la escena de la pelea, la víctima sufrió hematomas en el brazo izquierdo.





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