POSADAS. Según se explica en el sitio noticias.exactas.uba.ar, el modelo hasta ahora más eficaz de acción de salud y de control del mosquito durante un brote de dengue es poner bajo la lupa la estrategia de limpieza y fumigación de la manzana donde aparece un individuo con síntomas. Justamente por esta razón, los vecinos del barrio Prosol de Itaembé Miní se mostraron más que asustados, ya que ante el caso del niño con sintomatología compatible con dengue, en el barrio no sólo no se procedió a la fumigación y limpieza, sino que proliferan los baldíos y montes donde se arroja basura.Estela, una enfermera profesional y vecina del lugar, contó a PRIMERA EDICIÓN la preocupación de sus vecinos “ya que somos frentistas de un baldío”, lamentó. Si bien la mujer reconoció que ni ella u otros residentes del barrio hicieron la denuncia correspondiente a la delegación municipal para que intervenga con tareas preventivas, explicó “en este monte (dijo señalando un terreno donde se encuentra un obrador del Iprodha, en cuya esquina los yuyos tienen una altura considerable) hace por los menos un año no recibe mantenimiento. Allí crecen todo tipo de bichos, ratas, arañas pollito, abundan los mosquitos y ya hemos detectado que se trata del Aedes aegypti, transmisor del dengue”, explicó la mujer. Unas cuadras más arriba vive la familia de un niño que se encuentra internado con síndrome febril inespecífico, contó Estela a este diario. Para colmo, el lunes último un vecino de Itaembé Miní recibió el segundo resultado de laboratorio de IGG e IGM positivo (ver pág. 9).Consultado por las tareas de prevención y acciones para prevenir el dengue, el delegado municipal de Itaembé Miní, Carlos Enrique Oviedo, explicó que “en el barrio estamos trabajando fuertemente en los trabajos de descacharrización y limpieza. Ocurre que el baldío de la calle 200 está en un terreno privado, a cuyo dueño ya hemos intimado para que lo limpie, y el de la calle 190 ya tenemos conversaciones con Iprodha para limpiar”, aclaró.Agregó Oviedo: “Hoy (por ayer) sacamos siete camiones repletos de basura y cacharros que la gente tira en los espacios públicos; si bien estos trabajos apuntan a hacer un cinturón sanitario de protección a Itaembé Miní, no sirve de nada si el vecino no colabora”.Sobre las acciones puntales, el delegado detalló que las limpiezas se realizan de acuerdo al un cronograma, y que fue eliminado el basural ilegal que proliferaba en un gran terreno vacío situado detrás de Prosol II, en cuyo frente había dos plazoletas donde también se hicieron trabajos de desmalezamiento”.“Estamos preocupados, pero también ocupados en el tema, y en conjunto con la Secretaría de Calidad de Vida de la Comuna redoblamos las acciones para la prevención de enfermedades transmitidas por vectores. Nuestro problema son los terrenos privados, que hasta que no se modifiquen las ordenanzas, no podemos entrar a esos espacios. Cuento con que la notificación que se le hizo al dueño se haga efectiva”, insistió.





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