POSADAS (Por Pamela Elizalde). La mujer que protagonizó una de las novelas de amor más recordadas de la televisión argentina (“Rolando Rivas, taxista”), la misma que años después le puso el cuerpo y el alma a una madre que luchó incansablemente contra la trata de personas (“Vidas robadas”) y que con casi cincuenta años abraza intensamente la actuación, llega hoy a Posadas para dar vida a la comedia “Humores que matan”. Esa mujer que sigue maravillando en cada papel que encarna es Soledad Silveyra y junto a María Valenzuela, otra genial actriz, saldrá al ruedo, a las 21.30, en el auditórium del Instituto Montoya para desandar una historia escrita por Woody Allen, que promete “hacer reír mucho”, según anticipó Soledad. Antes de su regreso a la tierra colorada, “Solita” Silveyra compartió una charla telefónica con PRIMERA EDICIÓN en la que se refirió a esta comedia, a la nueva obra que presentará en el Maipo (Buenos Aires), a su amor por la actuación y, especialmente, por el teatro, como así también habló de las novelas que dejaron una huella, como “Vidas Robadas”. Y en ese marco destacó la lucha de Susana Trimarco y se mostró indignada ante el fallo de la Justicia en la causa “Marita Verón”.Para comenzar, Silveyra contó que se siente “feliz”, ya que después de trece años vuelve a embarcarse en una gira por el país. “Estoy feliz de subirme a este micro y de hacer esta obra maravillosa, donde la gente disfruta y se ríe tanto, tanto, tanto. La verdad que hacer comedia es maravilloso, como lo es ver a la gente reír y cómo se para y aplaude al final de la obra, que es raro que la gente se pare en comedia. Así que con mucha alegría porque notamos lo que la gente disfruta con la obra y eso está buenísimo”, expresó la actriz, al tiempo que anticipó detalles acerca de “Humores que matan”.“Es una comedia que Woody Allen escribió en el año 95, justo cuando se separa de Mía Farrow. Habla de la infidelidad, pero es más profunda que la infidelidad, habla de la condición humana. En tono de comedia, habla de las infidelidades y va más profundo, habla de la ironía de la vida y de lo que somos como personas. Es una obra en la que hay cuatro personas, que en 1 hora 25 minutos ves en tiempo real como esas cuatro personas empiezan de una manera y terminan de otra totalmente diferente y con esa ironía y ese humor de Woody. Da la sensación que después de ver la obra la gente también sale distinta de cómo llegó…Absolutamente, primero que se van a reír mucho, en realidad lo que le pasa a los personajes no digo que le pase a la gente, pero va a haber muchos que se identifiquen con muchas cosas.“Tengo unos compañeros maravillosos, como María Valenzuela, que estrenó en Tigre, ya que la obra la estuvo haciendo Betiana Blum durante todo el verano y en dos plazas que hicimos de gira. Ahora estrenan María y Gonzalo Urtizberea, que están espléndidos. Es un placer enorme y disfruto muchísimo con mis compañeros que seguimos desde el principio, Edgardo Moreira y Juanita Schindler”, agregó Silveyra.Trabajó en televisión, teatro y cine ¿En cuál de estos ámbitos se siente más cómoda?Todo significa trabajo, momentos de dolor, alegría, porque el trabajo del actor es muy arduo, donde el único instrumento que tenemos es nuestro cuerpo, entonces debemos tener muy entrenado nuestro cuerpo y eso significa cuerpo, mente y alma. Es una trilogía que tenemos que cuidar mucho porque eso es lo que nos da de comer y cuando digo alma hablo de espíritu, tener el espíritu muy sano y ser personas muy sanas espiritualmente por transmisores que somos, transmitimos un texto, lo que escribe un autor. Por eso me encanta ser actriz, porque esto significa además un trabajo permanente con uno mismo, de cómo estoy, cómo me siento, de sentir por sobre todas las cosas que se es buena gente, porque en cuanto nos ensombrecemos se nota, porque al trabajar con nuestro espíritu y nuestro cuerpo se nota, es muy importante estar centrados, tener un sentido de la humildad, un sentido de grupo, sobre todo cuando uno sale a hacer estas giras es fundamental. En realidad donde más cómoda me siento es el teatro porque es donde tengo la respuesta inmediata, es donde además un actor se prueba con la voz, el movimiento, ahí no tenés edición, no tenés medio plano, no es el cine, no es la televisión, estás en vivo, te equivocás y te las tenés que arreglar, donde en verdad se ven los pingos es en el teatro.Ha hecho trabajos entrañables en su carrera como “Rolando Rivas, taxista” y supimos que hay gente que irá a verla porque desde ese entonces quiere conocerla…Son casi 43 años de “Rolando…” y sigue con una vigencia en la gente de mi generación que no lo puedo creer. Casualmente vengo de hacer un reportaje con Buscari y me regaló un reloj de taxista de los años 70, o sea que ya lo tengo a “Rolando” en mi casa. Es algo que ha quedado en el inconsciente colectivo de los argentinos y lo agradezco profundamente por haber sido parte de “Rolando Rivas”.Se paraba el país cuando empezaba la novela…Sí, se tocaban ratings, no había Internet, no había cable, se llegaba a los 50 puntos de rating, pero más allá de lo que se vio, lo que marcó es que por primera vez una novela habla de la sociedad argentina. Después las novelas se empezaron a hacer para exportar, incluso en muchas se hablaba de ‘tu’, pero fue la primera que marcó a la sociedad argentina, porque se mostraba a la sociedad porteña.En 2008 protagonizó “Vidas Robadas”, en la que interpretó a “Rosario”, la madre de una joven secuestrada por una red de trata de personas. Esta novela la llevó a conocer de cerca la historia de Susana Trimarco, quien hace más de diez años lucha por encontrar a su hija Marita Verón. El lunes, Trimarco recibió el título Doctor “Honoris Causa” de la Universidad de Buenos Aires…Estuve con Susana Trimarco en la UBA, fui a darle un abrazo enorme porque es un orgullo para todos nosotros su lucha. Me acuerdo que cuando empecé a hacer la novela, que estuve con ella preguntándole sobre todo, había mucha gente, incluso algunos legisladores que decían “mirá que te van a usar, tené cuidado, no es verdad”, unas cosas horrorosas llegué a escuchar y gracias a Dios en tan poco tiempo la lucha de Susana y la realidad lograron cambiar esa visión de tantos argenti
nos, porque no es sólo un drama nacional, es un crimen organizado globalizado, todos los presidentes hoy hablan de la trata.La lucha de Susana es un ejemplo para todos, hizo que este tema se conozca, que la gente se entere que esto es una realidad.¿Que le pasó cuando supo que absolvieron a todos los imputados del caso “Marita Verón”?Fue un día negro, que nunca lo olvidaré, espero que algún día se dicte justicia, realmente no lo podíamos creer, no entraba en nuestra cabeza. Mi gran preocupación era Micaela, la hija de Marita y nieta de Susana, porque decía “mi amor querido que no se llene de bronca”, siendo una adolescente y viendo todo lo que luchó su abuela desde que era chiquita, son muchos años de lucha de Susana y encontrarse con eso fue realmente una trompada en la cara de los argentinos.En 2014 cumplirá cincuenta años de trayectoria ¿Qué destaca de este camino actoral?Soy una laburante que ama esta profesión, que ama a los actores argentinos y a este medio que siempre me ha cuidado y que me enseñó tantas cosas, lo primero y fundamental, tener el sentido de humildad, que en esta profesión si te la crees… fuiste, vas a pasarla muy mal; el sentido de la construcción, de todos juntos, de que no importa quien encabece, lo que importa es el grupo. Estoy profundamente agradecida de que me hayan cuidado y que hoy yo pueda cuidar a los jóvenes. Me siento orgullosa de la juventud, me encuentro con personas maravillosas que saben de humildad, de andar codo a codo con el pueblo, con la gente, con todos.





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