JARDÍN AMÉRICA. En su ley. Así finalizó sus días Carlos Luis Casco. Tenía 19 años y el ámbito delictivo lo había bautizado con un apodo que estremecía a los vecinos. “Birí Birí” se había ganado su fama y, quizás por eso, se creyó inmune a la muerte. Ese fue el último de sus pecados. El domingo pasado la vida decidió pasar a cobrar. El caminante parecía “accesible” y, como tantas otra veces, amenazó y “apretó”. No esperaba fallar, pero esta no fue “otra vez”: el muchachito se resistió y comenzaron a forcejear, hasta que los papeles se invirtieron y “Birí Birí” fue la víctima. Terminó abandonado sobre su sangre y murió pocos minutos después, cuando intentaban salvarlo.La Policía no tardó en demorar a un menor de quince años como el autor del hecho. La semana pasada, el adolescente se quebró y confesó que había matado a golpes con una piedra a Casco porque este lo agredió en medio de un intento de robo. Sin embargo, debido a que por su edad es inimputable, el adolescente fue liberado el último viernes por el magistrado Osvaldo Rubén Lunge, titular por subrogancia del Juzgado de Instrucción 1 de Puerto Rico, quien ordenó que sea entregado a sus padres para guarda y custodia, como una fuente le informó a PRIMERA EDICIÓN.En ese sentido, se supo que la Justicia ordenó que la evolución psicológica del menor sea seguida de cerca por un grupo de profesionales especializados.El final para “Birí Birí” fue el domingo pasado, cerca de las 7.30, en el barrio Cantera de Jardín América, sobre la avenida Nahuel Huapi.En ese lugar, un grupo de vecinos lo encontró gravemente herido, al lado de una roca ensangrentada que, se sabe ahora, se trató del arma homicida.El menor declaró que caminaba de regreso a casa por ese lugar cuando fue sorprendido por Casco, quien lo agredió con firmes intenciones de robo. Lejos de darse por vencido, el muchachito inició una feroz resistencia que completó cuando tomó una roca de importantes dimensiones e inició una lluvia de golpes sobre el cráneo de la víctima. Después escapó hacia su casa.Fueron vecinos de la avenida Nahuel Huapi quienes llamaron a la Policía, al encontrar a un joven malherido en la vía pública. Después se enterarían de que ese era “Birí Birí”, el mismo que había sido liberado de una comisaría horas antes, el mismo que cayó dos veces en menos de un mes por intentar robar en la misma casa.Con un grave traumatismo de cráneo, Casco fue asistido y trasladado de urgencia al Hospital Escuela de Agudos Ramón Madariaga, pero no llegó: falleció en el camino.La confesión del menor fue determinante para dar por cerrado el caso, como lo aseguró una fuente. En ese testimonio, como lo suponían los investigadores, el adolescente reveló que todo sucedió en medio de un nuevo intento de robo de “Birí Birí”. Otro más que, sin embargo, esta vez terminó de la peor manera para el joven.





Discussion about this post