POSADAS. “Contextura delgada, veinte años, alto y morocho. Vestía jeans, zapatillas blancas, campera y gorra negra”. Esa es la descripción que uno de los hijos del maderero Juan Carlos Marín, ejecutado de un balazo en la nuca el miércoles pasado, brindó a la Policía sobre las características físicas del hombre que habría amenazado a su hermana en una plaza de la chacra 190 de esta ciudad.Al parecer, el episodio de intimidación habría ocurrido el sábado cuando la hija del maderero, de catorce años, estaba con una amiga en el citado lugar.De repente habría aparecido el hombre que, entre otras cosas, le habría advertido que “se cuidara” porque conocía “al chabón”, en supuesta referencia al asesino de su padre, dejando deslizar que a ella podría sucederle lo mismo.La denuncia, no obstante, fue radicada por el hermano mayor, de 25 años, en la comisaría seccional Duodécima.El denunciante, de oficio carpintero como su padre, señaló a los uniformados que su hermana arribó a su domicilio el sábado, a eso de las 22, para contarle el angustiante episodio que vivió en la plaza de la chacra 190. La Policía dio intervención al juez de Instrucción 1 de Posadas, Marcelo Cardozo, quien dispuso que la denuncia por amenazas fuera agregada por cuerda al expediente principal, que investiga el asesinato de Juan Carlos Marín.La causa tiene ahora un solo detenido. Se trata del hombre acusado de gatillar el revólver calibre 32 que mató al maderero e hirió de gravedad a su ayudante.El sospechoso prestó declaración indagatoria ante el magistrado y se desvinculó del asesinato. Reconoció que el miércoles estuvo en la carpintería, pero aseguró que lo hizo para copiar una máquina de carpintería que Marín tenía en su propiedad.No obstante, será sometido a una rueda de reconocimiento en la que, del otro lado, estará el joven de 18 años que salvó su vida por milagro. El muchacho llegaba al departamento de su patrón cuando se cruzó con el asesino en la escalera. Este lo tomó de los cabellos y agachó. Apoyó el revólver en su cabeza y disparó, pero el proyectil, por la corta trayectoria, no adquirió suficiente fuerza para matarlo.El tirador escapó convencido que el doble homicidio era un hecho, pero se equivocó. El joven sobrevivió y aportó información clave para la demora de dos personas, entre ellas el supuesto autor material.





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