LONDRES, Reino Unido (AFP-NA). La hija de la exprimera ministra británica Margaret Thatcher, Carol, dijo ayer que se prepara para una “semana dura y de llanto” antes del funeral de su madre, el próximo miércoles.“Sólo quiero decir que me siento como toda persona que ha perdido a su segundo genitor”, dijo Carol Thatcher en un comunicado a los periodistas que se encontraban ante la casa de su madre en Londres. “Es un momento muy triste en la vida que obliga a reflexionar”, agregó.Margaret Thatcher, la única mujer que ejerció el cargo de primer ministro en Gran Bretaña, de 1979 a 1990, murió de un derrame cerebral el lunes pasado. Tenía 87 años.Carol Thatcher, una periodista de 59 años, afirmó que los “magníficos” tributos a su madre de los líderes del mundo eran una prueba de la huella que ella había dejado en el mundo como la jefa de Gobierno británica que más tiempo estuvo en el cargo en el siglo XX.Se espera que más de 2.000 personalidades de la política, celebridades y amigos de la “Dama de Hierro” asistan a la ceremonia de su funeral en la Catedral San Pablo de Londres, el miércoles. “Mi madre me dijo una vez, ‘Carol, creo que mi lugar en la historia está asegurado’. Los magníficos homenajes de esta semana -desde las maravillosas palabras del presidente (de Estados Unidos, Barack) Obama hasta otros de colegas que trabajaron con ella- han demostrado que tenía razón”, sostuvo.“Muchísimas gracias a todos los que me han enviado mensajes de condolencias y apoyo, pues me han dado fortaleza”, añadió. “Sin embargo, sé que será una semana dura y de llanto, incluso para la hija de la ‘Dama de Hierro’”, subrayó.Carol, vestida de negro, posó con su hermano mellizo Mark para los fotógrafos en la puerta del hogar de su madre en el distinguido barrio londinense de Belgravia.En un comunicado difundido fuera de la casa el miércoles pasado, Mark Thatcher dijo que la familia estaba “abrumada” por los homenajes a su madre, quien a su entender se hubiera sentido “profundamente honrada” por la presencia de la reina Isabel II en sus exequias.Sus admiradores han dejado flores y tarjetas junto al umbral de su casa, aunque la “Dama de Hierro” ha demostrado dividir tanto al público en la muerte como lo hizo en vida, y la policía londinense debió hacer frente ayer a una gran “fiesta” para celebrar su muerte.Alrededor de 1.500 de sus adversarios -según los cuales ella arruinó millones de vidas con sus reformas de mercado libre- asistieron a la fiesta en la Plaza Trafalgar de Londres.




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