PUERTO IGUAZÚ. A casi un año y medio del anuncio efectuado por el gobernador de la provincia, Maurice Closs, y la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), el Aeropuerto Internacional Cataratas del Iguazú -y también el de Posadas-, siguen aguardando el inicio de las obras de mejoramiento por un monto cercano a los 200 millones de pesos y que cada vez resultan más urgentes por el crítico estado en que se encuentra la parte edilicia y también de equipamiento. Si trabajar en esas condiciones resulta complicado, más lo es desde el inicio del corriente mes para el personal del aeropuerto local, debido a que recibieron la notificación del incremento de sus cargas horarias. “Nos cambiaron los horarios de trabajos, tenemos que hacer turnos de 8 horas de 7 a 15, de 15 a 23 y de 23 a 7, lo grave es que son turnos sin comida y no nos pagan tampoco esa diferencia”, se quejaron ante PRIMERA EDICIÓN los trabajadores aeroportuarios. En cuanto a la parte edilicia señalaron que “sigue todo lo mismo y cada vez peor, porque las lluvias, la exposición a las altas temperaturas, va deteriorando paredes, techos, pisos…”. Desde su inauguración en 1975 que el aeropuerto de Iguazú no recibe ningún tipo de mejora.Desde la ANAC cumplieron con afectar a más personal, ya que enviaron cuatro egresados de Resistencia que hoy colaboran en la torre de control.Los trabajadores ya habían denunciado que parte de la mampostería de la torre se está cayendo, y eso se puede constatar claramente a través de las fotos, que cuelgan en las redes sociales para hacer pública la situación, con rajaduras de 2 a 3 centímetros de ancho y equipamientos de más de veinte años.En estas condiciones funciona el aeropuerto internacional, donde se registran entre ocho a trece vuelos comerciales diarios, más los sobrevuelos en Cataratas y privados, lo que actualmente llegan a sumar hasta treinta operaciones por día. “El aeropuerto no se cierra gracias a la voluntad y profesionalismo del personal que no deja que ocurra nada grave”, sostienen quienes trabajan allí y recordaron que hasta tienen que poner plata de su bolsillo para cambiar alguna lámpara de luz en la torre y para realizar el mantenimiento del acondicionador de aire, algo básico y que resulta imposible de entender.Vale recordar que en conjunto, el gobierno provincial, la intendencia y la Cámara de Turismo local habían manifestado su compromiso para solucionar el problema del aeropuerto, sin embargo, ante la consulta de PRIMERA EDICIÓN sobre qué motiva el retraso del inicio de las obras de refacción anunciadas oficialmente no dieron ningún tipo de respuesta.Antecedentes fresquitosEl 18 de noviembre de 2012, PRIMERA EDICIÓN, publicó en sus páginas un informe sobre el mismo tema, dando cuenta que con las promociones turísticas y la consagración de las Cataratas del Iguazú como una de las siete maravillas naturales del mundo hubo un importante incremento de visitantes, en especial a través de la vía aérea, pero no hubo acuse de recibo por parte del gobierno.El aeropuerto internacional Cataratas se destaca por ser el de mayor importancia en la zona norte y sería el tercero del país en importancia. “Es algo terrible que tengamos que trabajar en las condiciones actuales, hacia afuera no tienen idea de la precariedad operativa existente. Solamente el compromiso y la capacidad profesional de cada uno de los trabajadores permiten sostener el funcionamiento de este aeropuerto. Quisiéramos que los pasajeros se acerquen y se interesen por ver en qué situación opera el aeropuerto, quizás así las autoridades tomen conciencia de lo peligroso que resulta mantener abierto así un aeropuerto”, señalaron los trabajadores.En diciembre de 2011, el gobernador Maurice Closs había expresado al momento de hacer el anuncio de las obras de mejoramiento de los aeropuertos de Iguazú y Posadas que “nosotros, los misioneros, nos merecemos una infraestructura aeroportuaria de primer nivel internacional” y argumentó que “de hecho hoy somos el primer destino de turismo internacional del interior de la República Argentina con potencial de crecimiento” . Sin embargo, hoy todo sigue igual y peor aún, porque de acuerdo a los especialistas hoy están “operando al límite, exponiendo la vida de muchas personas”.





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