POSADAS. “Las paredes son nuestras”. Vale contextualizar la que se plantea como una clara declaración de principios y que en gran parte condensa la trayectoria del artista rosarino Fernando Traverso, quien participó de las jornadas “Pedaleando Memorias”, organizadas por el proyecto de extensión “Comunicación y dictadura” de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones (FHyCS-UNaM). Las actividades, iniciadas el lunes 8, culminaron este jueves por la tarde con la realización de un mural de la obra “Bicicletas y sobres” en una de las paredes del Correo Argentino, ubicado en Ayacucho y Bolívar de Posadas. En el que fue un homenaje a Arturo Franzen, asesinado durante la dictadura militar en la Masacre de Margarita Belén, estuvieron presentes estudiantes, docentes y familiares de desaparecidos. Dejando marcasLa frase se encuentra en una de las fotografías digitalizadas que este artista, el estencilero de las bicicletas, compartió durante una charla brindada en el anexo de dicha facultad durante la jornada de ayer. Y tiene una historia.“En 2007, organizamos una intervención que se llamó Estado de Sitio”, destacó Traverso, quien comenzó a trabajar con esténciles -plantillas caladas con trincheta sobre la cual se rocía el aerosol y queda el diseño- en el año 2000, junto a tres jóvenes, que como él, estaban movidos por la necesidad de expresarse. “Planeamos la propuesta como recordatorio del 19 y 20 de diciembre de 2001 y la idea era intervenir las paredes -de Rosario- con un esténcil que era una televisión con la frase ‘estado de sitio’ adentro. Y porqué, porque a muchos les pasa que los recuerdos de esa fecha son imágenes de la televisión”, agregó, destacando que la intervención requirió de una organización: “usamos un plano de la ciudad de Rosario, nos dividimos en 25 sectores porque había 25 esténciles, y entonces durante la noche del 18 salimos a pintar las paredes, para que el 19 las calles amanecieran con esa intervención”.Durante el trabajo -que es artístico, pero que para la fuerza policial y gran parte de la sociedad es considerado vandalismo- dos integrantes del colectivo fueron detenidos.La respuesta llegó una semana después: “levantamos una pared -de ladrillos de hormigón y unidas con arena, de unos cinco metros de lado y uno de alto- en la plaza, frente a la Casa de Gobierno. Y quedó así”, indicó señalando la fotografía. Allí aparece la frase mencionada “las paredes son nuestras”, junto con el esténcil de la televisión, el de la bicicleta y escritos a pulso por parte de los integrantes del colectivo y de otros jóvenes que suelen frecuentar e incluso dormir en las plazas.“La idea es generar preguntas”“Como toda obra de arte, estas intervenciones no tienen un sentido cerrado, sino que el que pasa y la mira le da un sentido, interpreta, se le genera una pregunta: ‘¿qué es eso?’, ‘¿qué quisieron decir con eso?’”, indicó Traverso. Al respecto, señaló las intervenciones sobre los nombres de las calles. “Yo no soy partidario de tachar los nombres de las calles o de que se le cambie el nombre a las calles como ‘Presidente Roca’. Yo más bien prefiero colocarle ‘EX-Presidente Roca’. Porque de esa manera uno puede pensar que una persona que no conoce su historia como ideólogo de la Campaña del Desierto -que exterminó a miles de indios de la Patagonia- podrá preguntarse al respecto”, dijo. “En Buenos Aires hay toda una movida de cambiarle el nombre a la avenida Roca, y reemplazar el monumento por uno de los pueblos originarios. Yo, en lugar de cambiar el monumento, lo tiraría abajo y lo dejaría en el mismo lugar, cosa que el que pase, los niños que lo vean se pregunten: ‘¿y porqué lo tiraron abajo?’”, agregó.Signo de una ausenciaEl esténcil de bicicleta está vinculado con la historia personal de Traverso y se remonta a 1976, año en que se inició la última y más cruenta dictadura cívico militar en Argentina.“Íbamos juntos con un amigo por una vereda, él me hizo una seña como ‘cuidate’ y se cruzó de calle. En la esquina se escuchó un auto que aceleró. Él había dejado la bici atada a un poste. Pasé los días siguientes y la bici seguía atada”, señaló Traverso, destacando que la intención de su esténcil no se cierra a estas ausencias trágicas sino que “la bici vacía es el símbolo de todas las desapariciones, de las ausencias, un amigo que se haya tenido que ir por razones políticas o económicas, no necesariamente una desaparición trágica”. “Gracias a este esténcil, que fue un homenaje a Arturo Franzen -quien antes de ser detenido y luego asesinado en la Masacre de Margarita Belén trabajaba como cartero en el Correo Central de Misiones- conocí a su hermana -Graciela- y su sobrina, compartí un almuerzo con ellas, recorrí el patio de la casa donde estuvo Arturo. Fue un momento muy emotivo para mí”, explicó en diálogo con PRIMERA EDICIÓN. En relación a la dictadura militar, señaló que “es necesario recordar. Esa parte de la historia es una herida que no cierra. Y los juicios son muy importantes, porque con ellos fueron apareciendo todos los actores, la cadena de responsables civiles que estuvieron involucrados en los asesinatos y desapariciones de personas”, remarcó.




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