POSADAS. “Estamos frente a una mente siniestra”, afirmó uno de los investigadores ayer a PRIMERA EDICIÓN. Y agregó: “Hay que tener sangre fría para atacar a fierrazos a una mujer, abusar de ella y por último, para lograr impunidad, quemarla viva. La autopsia determinó que Lucía murió asfixiada, por lo que estaba viva cuando el asesino inició el incendio”.La investigación está a cargo del Juzgado de Instrucción 1 de Posadas, del magistrado Marcelo Cardozo. En una entrevista mantenida ayer con este diario, manifestó que “hemos recurrido a los psicólogos del cuerpo médico forense para confeccionar un perfil del asesino. Buscamos una persona con estructura psicopática, probablemente un depravado sexual”, consignó.Otro detective se sumó al conjunto de teorías e hipótesis que se maneja en torno al caso y aseguró que “el homicida quería que la víctima sufriera antes de morir. Como todo psicópata, goza con el sufrimiento ajeno”.Al menos una parte de la investigación sostiene que el escenario del hecho pudo haber sido modificado o lavado por el autor de semejante crueldad.Esta teoría guarda estrecha vinculación con el lugar donde se produjo el asesinato. Pese a la gran cantidad de sangre que había junto a la mesa (la Policía habló de un charco), casi no había pisadas del responsable.Por eso los detectives se aprestaban anoche a realizar la prueba de luminol en el inquilinato ubicado en calle Estado de Israel casi arroyo Vicario.El crimen ocurrió el sábado, en horas de la noche, entre las 21 y las 21.45, minutos antes de que la estudiante saliera con sus amigas a divertirse.Incluso hay mensajes de texto con una amiga en el que le habría comentado que una rata entró a su habitación.Al parecer, en el inquilinato no había nadie. Muchos estudiantes viajaron al interior. Por eso, tal vez, nadie escuchó nada, si es que la víctima alcanzó a gritar o a esgrimir alguna frase.Una vecina arribó a eso de las 21.45 y sintió olor a humo. No obstante, siguió caminando hasta su departamento, situado al fondo de la propiedad.Cinco minutos después un vecino tocó el timbre y avisó que la habitación de Lucía se estaba incendiando, porque ingresaba humo por el respiradero del suyo.La mujer tomó una manguera y desde la ventana extinguió el principio ígneo. Luego llamó a la Policía. Poco después, en medio de la humareda, encontraron el cadáver de la joven oriunda de la localidad de Capioví. Creen que el asesino se bañó y luego escapóAl cierre de esta edición, la comisión judicial-policial encabezada por el juez Cardozo regresó a la escena del crimen para realizar una prueba de luminol, que arrojó un resultado clave: por la enorme cantidad de sangre que quedó en el baño y las cortinas de la ducha, los detectives creen que el asesino hasta se bañó después de quitarle la vida a la joven estudiante, para luego recién escapar.Esta hipótesis se desprende del resultado del examen de luminol realizado en el baño de la habitación 2 del inquilinato de Estado de Israel 3495 ayer por la noche, que finalizó alrededor de las 22.Seguros de que el crimen se cometió cerca de donde Lucía cocinaba, los detectives hallaron enormes manchas de sangre en el pequeño baño del lugar. Las cortinas de la ducha, agregó una fuente, también estaban muy manchas de sangre.Ante esta novedad, los peritos prácticamente descartaron que el crimen haya sido cometido en ese lugar y, por el contrario, están casi seguros de que el homicida se bañó antes de escapar.En ese sentido, según los datos que se tenían hasta ayer, la principal teoría indica que luego de abusarla y matarla a golpes con un objeto contundente que bien podría ser un martillo, el asesino se dirigió hasta la ducha y se limpió la sangre de Lucía. Recién después abandonó la escena.Además, el luminol detectó importantes rastros de sangre cerca de donde fue encontrado el cuerpo de la estudiante. Sin embargo, el procedimiento realizado anoche reveló que el homicida intentó limpiar la escena después de golpear salvajemente a Maidana.Esa versión se sustenta, además, en que los peritos de la Policía Científica también hallaron material biológico -y en cantidad- en un escurridor que se encontraba en el lugar, que presumiblemente quien le quitó la vida a la joven utilizó para tratar de tapar su macabro accionar. Sin embargo, todo eso quedó develado gracias al aporte de los forenses.Una vez finalizado el operativo, los efectivos de la Dirección de Investigaciones y de la comisaría seccional Tercera abandonaron la escena junto a los funcionarios del Juzgado de Instrucción 1 y de la Secretaría de Apoyo a Investigaciones Complejas, que también trabaja en la investigación.No obstante, hasta anoche nadie descartaba absolutamente nada y los policías aguardaban nuevas medidas en el transcurso de las próximas horas. Todo dependerá de la evidencia que hasta ahora llevan recolectada las autoridades.





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