LONDRES, Inglaterra (AFP-NA-Medios Digitales). La ex primera ministra conservadora británica Margaret Thatcher, de 87 años, falleció ayer en Londres, como consecuencia de una apoplejía, anunció su portavoz Lord Tim Bell.“Con gran tristeza Mark y Carol Thatcher anunciaron que su madre, la baronesa Thatcher, murió tranquilamente después de un ataque cerebral esta mañana”, declaró Tim Bell, precisando que habría un comunicado detallado posteriormente.Su salud había empezado a deteriorarse seriamente a partir de 2002, un año antes de la muerte de Denis, su esposo desde 1951 y padre de sus hijos gemelos, que le afectó profundamente.Desde entonces no hablaba en público, siguiendo los consejos de sus médicos después de haber sufrido varios ataques cerebrales.En 2008, su hija Carol reveló en sus memorias que su madre sufría demencia senil. En 2010, Thatcher fue hospitalizada en Londres durante quince días después de una gripe que se complicó y en diciembre pasado tuvo que ser ingresada nuevamente para ser operada de un tumor en la vejiga.Thatcher la primera y hasta ahora única primera ministra que ha tenido Reino Unido, permaneció en el cargo durante once años.Más de dos décadas después de su salida de Downing Street, sin embargo, la implacable abanderada del conservadurismo político y del liberalismos económico sigue siendo una figura ineludible en la política británica y su legado divide profundamente a los británicos. La Dama Hierro tendrá un funeral ceremonial con honores militares en la imponente catedral londinense de San Pablo, que será seguido de una “incineración privada”, anunció Downing Street.“La Dama de Hierro”Pasará a la historia como la implacable “Dama de Hierro” que marcó profundamente la vida política británica del siglo XX, que hasta hoy sigue creando émulos.Su leyenda se forjó en su determinación para impulsar la liberalización económica de los años 80, para resistir a las presiones europeístas, para enviar a la Navy a las Malvinas a combatir contra las tropas argentinas en 1982 y en su intransigencia ante el nacionalismo del IRA en Irlanda del Norte.En el ámbito internacional, la “Dama de Hierro” trató de restablecer el prestigio del antiguo imperio.Sus relaciones privilegiadas con el estadounidense Ronald Reagan y el soviético Mijail Gorbachov también le permitieron reivindicar un papel clave en los últimos años de la Guerra Fría. A su nacionalismo se sumó una desconfianza visceral con respecto a la Unión Europea.En febrero de 2007 se convirtió en el primer ex jefe de Gobierno con una estatua en el Parlamento en vida. Malvinas, su gran triunfo en su peor momento políticoLa arriesgada -y exitosa- apuesta de responder militarmente a la invasión argentina de las Malvinas permitió a la entonces primera ministra Margaret Thatcher devolver al imperio británico venido a menos la estatura de potencia internacional y le dio un nuevo impulso dentro de su país.El 2 de abril de 1982, las tropas del gobierno militar argentino del general Leopoldo Galtieri, acorralado por las demandas sociales y de restauración de la democracia, desembarcaron por sorpresa en el remoto archipiélago del Atlántico Sur históricamente reivindicado por el país sudamericano pero en manos británicas desde 1833. Pese al desastre que vaticinaban algunos dentro y fuera de Reino Unido, Thatcher, que llevaba apenas tres años en Downing Street, no dudó en despachar el mayor destacamento naval desde la Segunda Guerra Mundial -formado por más de un centenar de buques y 27 mil hombres- para recuperar lo que el entonces presidente de Estados Unidos, su amigo Ronald Reagan, calificó como “ese pequeño trozo de tierra helado allá abajo”.Para Victor Bulmer-Thomas, ex director del reputado Instituto de Relaciones Internacionales Chatham House, el desembarco argentino fue “una bendición” para la conservadora Margaret Thatcher.La primera ministra, elegida en 1979, “había entrado en un período de profunda impopularidad en 1981 como resultado de las políticas económicas del gobierno” y el conflicto “transformó su situación política”, explicó a la AFP este experto británico en Latinoamérica y el Caribe.A pesar de su escasa experiencia en cuestiones internacionales, Thatcher superó el primer gran examen sobre su capacidad de liderazgo de su mandato (1979-1990) a cerca de 13 mil kilómetros de distancia de Londres.Tras 74 días de conflicto, que dejó más de 900 muertos (649 argentinos, 255 británicos y tres isleños), las tropas argentinas se rindieron el 14 de junio.“Sabíamos lo que teníamos que hacer, fuimos y lo hicimos. Gran Bretaña es grande otra vez”, proclamó al día siguiente.





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