POSADAS. El sol radiante y la temperatura ideal acompañaron ayer la tercera edición del concurso de pesca para no videntes y disminuidos visuales, organizada por el Club de Leones Posadas “Doctor Ramón Madariaga”, en el Club Pirá Pytá. Participaron treinta concursantes de esta ciudad, Oberá, Puerto Rico y Encarnación, Paraguay. Luego de tres horas de pesca junto a sus familiares y los padrinos del club anfitrión, compartieron un gran almuerzo y recibieron los premios.SensacionesMarcel Ramón Caballero (11), del barrio Yacyretá, de Posadas, asistió con toda su familia. Según indicó su padre, el niño tiene sólo un 25% de visión, pero ello no fue limitación para disfrutar con total plenitud de la experiencia. “Es la primera vez que pesco, me gusta, me gusta mucho”, señaló entusiasmado Marcel, quien al concluir la jornada había acumulado 215 puntos, lo que le valió el segundo puesto. Su padrino explicó que el Pirá Pytá les proporciona las cañas y lineadas y que cada padrino se ocupa de colocar la carnada -lombrices californianas- y ayuda a hacer el tiro al agua. “En seguida aprenden a darse cuenta si picó, si hay un pez tirando, si es grande o chiquito y nos avisan, así lo sacamos”, indicó.Cuando hay pique, una vez que sacan el pez y lo desenganchan, los concursantes se toman del hombro del padrino o de un familiar que esté cerca y van caminando hasta la mesa de los fiscales, donde miden el largo de la pieza. Todos lo deben hacer en menos de un minuto, para devolver el pez al agua y evitar que se asfixie. Cerca de las 11.30 los aplausos se hicieron sentir. Sergio Ferreyra, junto a su padrino llevaba la pieza más grande extraída hasta ese momento. De inmediato la midieron: “¡35 centímetros!”, exclamó el hombre a cargo de la tarea y los aplausos resonaron nuevamente. De aquí y de alláSin dudas la intención de regionalizar el concurso se concretó. Porfirio Núñez (54) concurrió con la delegación paraguaya, integrada por unos diez participantes de dos centros de rehabilitación de esa ciudad. “Suelo pescar por relax”, explicó el hombre, que es habitué de la zona de Pacú Cuá, y que ayer resultó séptimo, con 112 puntos. Otro visitante fue Manuel “Lito” Sanz, quien llegó con su esposa desde Puerto Rico (Misiones). “Salimos a las 5 en colectivo, tuvimos un largo viaje hasta acá. Llegué un poco más tarde, así que con mi padrino le dimos una hora de ventaja a los demás competidores”, dijo con picardía. “Pesco desde hace mucho, hace once años quedé ciego y sigo pescando. Me suelen invitar mis amigos. Lo único que con la represa Yacyretá el río está muy cambiado, y eso afecta la pesca”, indicó.





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