POSADAS. Luego de un paseo de sábado y domingo por la tarde en el nuevo solarium El Brete, PRIMERA EDICIÓN se quedó con un dejo de asco. Es que impacta no solo la cantidad residuos encontrados en la playa, sino las características de estos y todo eso sumado a los poco prácticos cestos de cemento que fueron construidos como si fueran baldes, sin drenajes y ahora están hasta el tope de agua podrida, mezclada con algunos residuos. Son al menos ocho de esos “cestos” los que están juntando moscas, mosquitos y otros bichos.La imagen de la playa a la que le duró muy poco su presentación en sociedad sin defectos, ahora es lamentable. El agua colabora intentando seguir cristalina, calma, todavía un tanto cálida y con arenas limpias, pero al dar un paseo por su costa juntamos tres bolsas llenas con residuos de los visitantes. Mientras tanto, a lo lejos, un cuidador grita desesperado: “¡El perro no!”, como si la mascota ensuciara más de lo que él no juntó: pañales descartables usados, decenas de bolsas de: pipas, galletitas, alfajores, vainillas; sachets de leche y yogur; y más restos de envases que seguramente tiraron al agua desde las lanchas o “yatecitos” quienes pasean muy orondos sin vergüenza, pues dudamos que los paquetes de fideos, orégano, provenzal y tartas sean parte del avío de alguna familia que va a la playita a pasar la tarde. Sí son de todos las tapitas plásticas, chapitas, bolsas de packs de cervezas, infinidad de sobrecitos de todo tipo de jugos, paquetes de cigarrillos, profilácticos sin uso y tabletas de medicamentos como: Islotin Metformina, Danantizol 20 y Levotiroxina Sódica. De cuatro tabletas una estaba vacía, otra con cuatro pastillas, otra completa y otra con diez pastillas menos. Lamentable escenario para un hermoso fin de semana.





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