BUENOS AIRES (NA). El presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, afirmó que el máximo tribunal “no debe gobernar”, pero reivindicó su deber de decirle al poder político “lo que es contrario a la Constitución”.“La Corte no debe gobernar, debe ser consistente con las mayorías del pueblo, con lo que van haciendo el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo a través de las leyes. Pero hay sobradas muestras históricas de que las mayorías han tomado decisiones inconstitucionales muy graves, como por ejemplo apoyar el Holocausto, el terrorismo de Estado o la pena de muerte”, advirtió Lorenzetti.Además, el magistrado subrayó que la Corte “debe ser un poder del Estado que contribuye al diseño de un país” y agregó: “Nunca hemos dicho al poder político lo que tiene que hacer, sino lo que es contrario a la Constitución, o hemos afirmado lo que la Constitución quiere que se haga”.Lorenzetti se expresó de esta forma al encabezar por la mañana el acto de apertura del año judicial, que coincidió con por el 150° aniversario del máximo tribunal y que tuvo ausencias notables de referentes del oficialismo, como la del ministro de Justicia, Julio Alak.Fue un mensaje de fuerte contenido político aunque moderado, en el que hubo críticas indirectas al Ejecutivo pero contenido fue “consensuado” entre sus pares de la Corte, según señaló.“La Corte tuvo más cambios en cinco o seis años que en toda su historia. Estamos de acuerdo con que el Poder Judicial tiene que cambiar, en beneficio del pueblo. Nosotros hemos cambiado, nos hemos acercado a los jueces", aseguró el magistrado, en lo que pareció una alusión al proyecto de la presidenta Cristina Kirchner para “democratizar la Justicia”.





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