CORRIENTES (Lorena Azcurrain, envida especial). Noche de carnaval en tierra caliente, de bellas mujeres y donde la cultura festiva invita a toda la familia a ser parte de una postal, que con el correr de los años va cobrando mayores dimensiones. Este 2013 arrancó con desfiles en el corsódromo, ubicado en el ingreso a Perichon, en inmediaciones del aeropuerto “Doctor Fernando Piragine Niveyro” de esta capital. Inminente es la energía que brindan los integrantes de cada comparsa, desde el inicio hasta el final samban y disfrutan de formar parte de ese momento. Con una tremenda predisposición a pasar buenos momentos, es necesario destacar la organización y respeto por parte del público. Esas personas que tanto en las gradas como en los palcos se predisponen a jugar con lanza nieve y bailar al ritmo de todas las comparsas, si bien las hinchadas tienen sus corazones puestos en sus preferidas, la buena nos hizo bailar de principio a fin. Todo bien pensado para que el público se vaya feliz de haber escrito un capítulo más en la historia de los carnavales correntinos, que desde la puesta en marcha de destronar a Entre Ríos hizo mucho por el crecimiento de la fiesta. Esa noche de sábado al cierre estuvo una de las comparsas predilectas por la gente, Sapucay. Con bellos trajes, importante número de integrantes, varios carros alegóricos, un ala de niños y niños especiales, además de las innumerables mujeres y hombres que se destacaron por llevar con elegancia y estilo sus trajes.Pero todas las comparsas tuvieron su brillo distintivo, el aporte carismático que brindó el público, demostró que la fiesta va de adentro hacia afuera. El jurado que evaluó atentamente, también tuvo sus momentos de diversión. Todas las comparsas paraban frente a ellos para brindar sus mejores pasos.Párrafo aparte se merece el show de la bastonera que acompaña a la banda de música. Lucieron su inmensa elegancia y destacaron cada cadencia en los ritmos que innovaron las canciones ya conocidas por todos. Algunos jugaron con letras creativas y llevaron un perfecto espectáculo al sambódromo.Por momentos el público se convertía en el centro de atención, porque desde sus lugares la fiesta parecía desprenderse de aquel brillo inmenso de las comparsas. Pero a su vez la fiesta se volvía impactante con trajes cargados de vistosas y coloridas plumas. Toda la lentejuela, se conjugaba en movimientos que desplegaron desde el más pequeño al más grande de los integrantes.A simple vista se puede destacar que el carnaval se lleva en la sangre, con una nobleza que se va transmitiendo de generación en generación. Todo queda plasmado en el corsódromo, donde se pudo ver bailar a varios niñitos, futuros movilizadores de la fiesta. Sapucay eligió para representar los 100 años del Teatro Vera de la vecina capital. En escena se puede observar desde óperas hasta presentaciones de compañías teatrales. A su vez, Arandú, la tercera comparsa, se inclinó por ofrecer al público “Nuestra Tierra”, una muestra del reino natural con muchos insectos en el escenario. Por su parte, Samba Total, la agrupación que ganó las últimas ediciones, prefirió mostrar La Diabla. La comparsa Ara Berá, la más grande, presentó Amor América, el relato de un descendiente de esclavos que vivieron en el barrio Camba Cuá (cueva de negros) de Corrientes. Y todo fue una fiesta. Encarnación suspende la fiestaA través de un comunicado que lleva la firma del presidente de la comisión organizadora de los corsos y la Secretaria de relaciones públicas, Julio Müller Böttger y Lorena Gómez Carísimo, respectivamente, se informó que “por motivos de opiniones encontradas de toda la ciudadanía a fin de respetar la cuaresma” la comisión de carnaval “ha resulto suspender la ronda adicional de los Carnavales Encarnacenos Edición 2013, planificada para el día sábado 16 del corriente mes”.Señalaron además que las personas que ya adquirieron sus entradas podrán pasar a retirar su dinero en la oficina de la Comisión, sito sobre la calle Tomas Romero Pereira entre Juan León Mallorquín y General Artigas.La decisión de la comisión organizadora provocó dispares reacciones entre la ciudadanía, y no faltaron críticas hacia un sector de la iglesia Católica a la que calificaron de fundamentalistas e hipócritas, alegando que el sector no se pronuncia cuando niñas menores de edad bailan con escasa vestimenta.





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