POSADAS. Mariela (15) notó que el parto era inminente. Eran los primeros minutos de ayer y los fuertes dolores por las contracciones la obligaron a dirigirse hacia el primer lugar cercano a su domicilio donde podía obtener ayuda o asistencia. Fue entonces que la adolescente se presentó en el destacamento policial “Los Lapachos”, dependiente de la comisaría Octava (al sur de la capital provincial), donde se hallaba de guardia el sargento primero Julio Farinola. Ante esta situación el suboficial solicitó via radial la presencia de una ambulancia. Pero fue mayor la rapidez y la prisa por llegar al mundo del bebé que la velocidad del vehículo sanitario. Siendo las 0.30 la menor comenzó con los trabajos de parto y contracciones más fuertes, motivo por el cual el uniformado tuvo que poner en práctica sus conocimientos de primeros auxilios y asistencia a embarazadas que están por dar a luz (adquiridos en su etapa formativa como policía). La jovencita primero rompió bolsa, siendo inminente el nacimiento de la criatura. Entonces el suboficial la recostó sobre un colchón y comenzó a asistirla en el parto, que se produjo en forma normal y mayores inconvenientes. El bebé nació en buen estado general, pesando 3,200 kilogramos, recibiendo el nombre de Matías Emanuel. Debido a que no llegaba la ambulancia y tanto la flamante madre como el recién nacido iban a necesitar supervisión médica, el efectivo solicitó la colaboración del conductor de un remís que ocasionalmente circulaba por el lugar. De esta manera madre e hijo fueron trasladados hasta el hospital Ramón Madariaga, en perfecto estado de salud. Desde la Policía indicaron que no es común que se produzca un parto dentro de una dependencia, ya que por lo general le toca a los uniformados que hacen vigilancia de calle intervenir en este tipo de casos.





Discussion about this post