LONDRES, Reino Unido (AFP-NA). Las autoridades británicas detectaron un antiinflamatorio potencialmente dañino para la salud humana en carcasas de caballo enviadas a Francia, en una nueva fase del escándalo sobre sustitución fraudulenta de carne vacuna por carne equina que llegó a Alemania.La agencia de seguridad alimentaria (FSA) analizó 206 carcasas de caballo en mataderos británicos desde el 30 de enero, en ocho de las cuales halló fenilbutazona.“Seis fueron enviadas a Francia y pueden haber entrado en la cadena alimenticia”, declaró la FSA, duplicando la cifra anunciada previamente en el Parlamento por el secretario de Estado de Agricultura, David Heath. Las dos carcasas restantes no salieron del matadero y fueron destruidas conforme a la legislación europea, precisó en un comunicado.Heath explicó, por su parte, a los diputados que la FSA estaba trabajando con las autoridades francesas para tratar de seguir la pista.La fenilbutazona, un medicamente comúnmente utilizado en equinos pero con un uso limitado en humanos debido a posibles efectos adversos para la salud, está prohibido en la cadena alimentaria por la Unión Europea (UE).Sin embargo, el ministerio de Sanidad británico minimizó los riesgos para los humanos de este medicamento, que se receta también a adultos con formas severas de artritis o ataques agudos de gota, estimando que los efectos secundarios severos eran “raros”. “A los niveles de fenilbutazona que se han encontrado, una persona tendría que comer entre 500 y 600 hamburguesas diarias elaboradas con un 100% de carne de caballo para acercarse al consumo de una dosis humana”, declaró la máxima responsable de cuestiones médicas en el ministerio, Sally Davies. Esta precisó, además, que es una sustancia que el cuerpo humano elimina rápidamente.La crisis llegó también a Alemania, donde se informó por primera vez del hallazgo de carne de caballo en un lote de lasañas congeladas vendidas por una importante cadena de supermercado que fueron retiradas de la venta. El grupo Real, que tiene más de 300 tiendas, reconoció en un comunicado que los análisis que encargó de un lote de lasañas baratas de su marca blanca “Tip” revelaron la presencia de carne equina en lugar de carne vacuna, pero descartó “cualquier riesgo para la salud de los consumidores”. Otras grandes cadenas de alimentación alemanas, como el gigante Edeka, están analizando sus productos.La UE recomendó en la noche del miércoles a sus miembros llevar a cabo pruebas de ADN en los platos preparados con carne y se comprometió a encontrar al responsable de lo que el comisario europeo de Salud y Consumo calificó de “fraude” de etiquetado y no de problema de salud pública.





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