SAN ANTONIO. Las altas temperaturas de este verano, combinadas con la prolongada sequía, las construcciones de madera y los techos de cartón asfáltico, resultaron un coctel explosivo que dejó a la familia de Eva Kavalec y Gabriel Olivera en la calle, consumiendo en escasos minutos los esfuerzos de toda una vida. La familia habitaba en el casco urbano de San Antonio. Frente a su vivienda tenían un pequeño almacén y carnicería que con mucho esfuerzo vienen sosteniendo desde hace años.El domingo a las 23.30 mientras se hallaban durmiendo Eva escuchó un ruido similar a una explosión. “Desperté con esa especie de explosión que hubo y cuando me levanté ya había fuego en la casa. En ese momento comencé a gritar y desperté a mi familia, desesperada pues las llamas avanzaban rápidamente”, recordó la mujer.Mientras esto sucedía, Gabriel saltó de la cama alertado por su esposa. Al notar la situación también atinó a sacar en primer lugar a los suyos: “me desesperé, primero puse a salvo a mi familia y pedí a unos vecinos que llamen a la policía para que notifiquen a los bomberos de Brasil, que son los más cercanos, pues acá no disponemos de un cuerpo de bomberos”, relató Gabriel, “luego saqué rápidamente las garrafas que tenía en el local, temiendo que se provoque una explosión que agrave la situación”.Todo perdidoContinuando con el relato Gabriel dijo a este matutino: “pude salvar un freezer y una heladera, pero lo demás lo perdimos todo. Las máquinas de cortar carne, la exhibidora, los pequeños ahorros que disponíamos, los muebles, la ropa, los documentos, todo, perdimos absolutamente todo en esos fatales minutos, hice todo lo posible pero no alcanzó, fue todo muy rápido, tuve que salir pues me empezó a caer el techo encima”, se lamentó el hombre, quien sufrió graves quemaduras mientras trataba de salvar algunos elementos de entre las llamas. Las lesiones más graves fueron en su espalda, producto de las chapas de cartón asfáltico derritiéndose y que le cayeron encima. En menos de diez minutos llegaron los bomberos desde Santo Antonio do Sudoeste (Brasil), pero ya era tarde, el fuego, implacable, ya había consumido la propiedad familiar. No obstante, el rápido accionar de los bomberos permitió aplacar las llamas impidiendo que el incendio se extienda a otras viviendas del barrio. “Sólo me quedó lo puesto, ni chinelas, mis hijos no fueron a la escuela hoy -por ayer- porque me dio vergüenza que fueran descalzos “ dice Eva al tiempo que rompe en llantos. “Perdimos todo, todo nuestro esfuerzo, toda nuestra vida, que vamos a hacer, ni siquiera tenemos un techo ni de que vivir.”Acción municipalEnterados del siniestro, el intendente de San Antonio y su secretario de gobierno se pusieron a disposición de la familia e iniciaron las gestiones con el objetivo de paliar la grave situación de la familia, tanto en lo inmediato como en lo habitacional. “Nos ponemos en el lugar de esta familia y sentimos la desgracia como propia, ya desde anoche los hemos estado asistiendo y el municipio ha colaborado en cuanto a lo urgente con mercadería y colchones, momentáneamente están ubicados en la casa de un familiar y por nuestra parte iniciamos las gestiones para conseguir una solución habitacional para esta familia”, indicó el jefe comunal. Finalmente, la damnificada hizo un pedido de solidaridad a la comunidad. Con lágrimas en los ojos indicó que “todo es de ayuda, desde utensilios de cocina, muebles, ropa, calzados, lo que sea, pues perdimos todo”.





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