PARÍS, Francia (AFP-NA). Los conflictos sociales se multiplican en Francia a raíz de anuncios de cierres de fábricas y planes de despidos, al punto que el ministro del Interior, Manuel Valls, evocó ayer riesgos de “explosiones sociales”.“La cólera social -con las consecuencias de la crisis económica y financiera, la precariedad (social), el desempleo, los planes de despidos- está ahí, y brama desde hace años”, reconoció Valls.En los últimos meses se sucedieron en Francia diversos anuncios de despidos, con su cortejo de huelgas y protestas, en la industria automovilística (PSA, Renault), en el gigante de los neumáticos Goodyear, en la farmacéutica Sanofi, en las tiendas Virgin, entre muchas otras empresas.Según una encuesta de una firma de vigilancia económica, el gabinete Trendeo, publicada ayer por el diario económico Les Echos, Francia ha perdido más de mil fábricas desde 2009. “La degradación del tejido industrial francés se aceleró de nuevo en 2012, con un aumento del ritmo de cierres del 42%”; “el año pasado, cerraron 266 fábricas de más de diez empleados”, según ese estudio.Los servicios de inteligencia recibieron recientemente órdenes de seguir “de cerca” a las empresas en conflicto a fin de prever eventual “radicalización” de los movimientos sociales.





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