SAN ANTONIO. En el comienzo de su segundo año de gestión, el alcalde Leopoldo Benítez tiene una problemática urgente por resolver: los caminos vecinales. Durante el año pasado el trabajo municipal en los caminos rurales fue escaso y la mayoría de los parajes no vio siquiera pasar las máquinas viales con el consecuente deterioro de los mismos. Hoy, a pocos días del inicio de clases y del movimiento que genera la entrega de tabaco, los habitantes de la zona rural sanantoniense reclaman con insistencia al municipio que comience con la urgente reparación de los caminos que ya se han vuelto intransitables. “Ni a caballo”Los habitantes de diferentes parajes (20 de Junio, San Martín, San Jorge, Santa Isabel, Central, kilómetro130, Saracura, Ruta Costera, Progreso, El parque, entre otros) ya han expresado en varias oportunidades su necesidad y reclamo a través de distintas notas al Ejecutivo, al Concejo Deliberante y a través de los medios locales, pero hasta el momento no llega la solución. Las “amarelhas” (como denominan a la maquinaria vial) no arrancan.Consultado sobre los porqué, el intendente Benítez argumentó que durante 2012 “el parque vial sufrió varios desperfectos mecánicos y que debido al ajustado presupuesto que maneja el arreglo de las averías equivalió a seis meses de combustible para reparar caminos”, pero esa explicación no satisface a la ciudadanía que se manifiesta disconforme.Para reflejar el estado de situación, PRIMERA EDICIÓN recorrió algunos de estas picadas, dialogó con los vecinos y constató el estado de los caminos por los que, realmente, si no se viaja en una camioneta de doble tracción es muy difícil transitar.Paulon, de Picada Progreso, respondió de la siguiente manera al argumento de la falta de gasoil: “La Picada Progreso no da más, el camino es un desastre. ¿Para qué pagamos un jefe de máquinas si estas no andan nunca porque no hay gasoil?”.“Esto es vergonzoso”, señaló en el mismo sentido Bruno, de Picada 20 de Junio, “soy feriante, dos veces por semana tengo que salir para vender mi producción y así es imposible, la última vez que pasó la máquina fue con el anterior intendente. Entre la mercadería que transporto hay frascos de vidrio y huevos y como están los caminos siempre algo se rompe o se golpea” y, aclara, “eso que voy despacio, voy cuidando, para hacer los siete kilómetros que hay hasta la ruta demoro casi una hora”.“Hace veinte años que vivo acá y nunca estuvieron tan mal los caminos, no sé si es falta de capricho (empeño) o qué, pero así no se puede seguir, hasta con caballo es peligroso, hay tantos pozos que si el caballo no es muy hábil puede caer”, manifiesta Elvin, de San Martín, y agrega: “La semana pasada nos juntamos con los vecinos con tres tractores, la rastra, una palita y nos pusimos a reparar nosotros, sabemos que no nos corresponde, pero no podemos seguir esperando. Estamos con los impuestos al día entonces ¿por qué tenemos que dejar nuestro trabajo para hacer el de la Municipalidad? ¿Y nuestros gastos? ¿Quién se hace cargo?”.Jorge, vecino del Paraje Central, expresó crudamente su descontento: “Los caminos acá son un desastre, no adelanta (no sirve) ir a la Municipalidad a quejarse porque no hacen nada, son siempre la misma mafia”.La paciencia de los vecinos ha llegado hasta el límite, durante la licencia del intendente Benítez se acercaron nuevamente con su pedido hasta el municipio, donde el concejal Lucas Ramón (a cargo del Ejecutivo) respondió que no podía resolver el problema, pues se hallaba todo el personal de licencia y los trabajos, según se informó, comenzarían recién esta semana. La respuesta obtenida no satisfizo a la ciudadanía, es así que los pobladores de la zona decidieron que en caso de que las máquinas no empiecen a trabajar de inmediato realizarán una marcha y manifestación hasta el municipio para hacer oír su legítimo reclamo.





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