LA HABANA, Cuba (AFP-NA). El Gobierno de Colombia y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dijeron que han logrado “aproximaciones” sobre la erradicación de la pobreza rural y la transformación del campo colombiano, aunque persisten divergencias en otros puntos de la agenda del diálogo de paz en La Habana.“Se abordó el análisis exhaustivo del punto de acceso a la tierra, apareciendo aproximaciones entre las delegaciones en lo que tiene que ver con erradicar la pobreza rural y lograr una transformación de la realidad del campo”, señaló un comunicado conjunto emitido al cierre de un ciclo de once días de conversaciones.Esas aspiraciones deben lograrse “a través de programas integrales que democraticen el acceso a la tierra, que sean sostenibles, que regularicen y den seguridad jurídica a la propiedad y que aseguren bienestar al mayor número de campesinos y población rural”, añadió la nota.En una declaración leída ante la prensa, el jefe negociador del Gobierno y ex vicepresidente colombiano, Humberto de la Calle, admitió que “las conversaciones avanzan en un clima de respeto y de diálogo amplio, hay coincidencias en el anhelo de transformar el campo, aunque también subsisten diferencias notables”.El jefe del equipo negociador de las FARC, Iván Márquez, también reconoció en rueda de prensa que “a pesar de las aproximaciones (…) existen divergencias de fondo”. Por su parte, el delegado de la guerrilla Jesús Santrich dijo jocosamente que las negociaciones van a “ritmo de mambo, o sea, que no es un ritmo suavecito, sino que va acelerado”.En un comunicado que leyó este jueves más temprano ante la prensa, Márquez reiteró una propuesta de diez puntos de las FARC para solucionar el problema agrario en su país, entre las cuales está la desconcentración y redistribución de la propiedad de la tierra mediante “la erradicación del latifundio improductivo”.En Colombia, 52% de la propiedad rural está concentrada en 1,15% de la población; mientras que el resto tiene predios pequeños y medianos, según el informe de Desarrollo Humano 2011 del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).Desde que comenzaron el 19 de noviembre en La Habana, las negociaciones han estado centradas en el complejo tema agrario, causa del conflicto que llevó en 1964 a la creación del grupo rebelde, que tiene unos 8.000 combatientes, según la más reciente cifra estimada por el Ministerio de Defensa.La agenda incluye otros cuatro puntos: drogas ilícitas, participación política, abandono de las armas y reparación a las víctimas. Durante la ronda que concluyó este jueves la guerrilla instó al Gobierno a “detener la marcha precipitada” de los proyectos de ley que guardan relación con asuntos incluidos en la agenda de las pláticas de paz, entre ellos el de una nueva Ley de Tierras.“Sería inexplicable” que la Ley de Tierras “inicie su recorrido en las cámaras (del Congreso colombiano) sin escuchar los puntos de vista sobre la tierra emanados de la mesa de paz de La Habana”, consideraron las FARC en una carta enviada el l6 de enero al ministro de Agricultura colombiano, Juan Camilo Restrepo, al que también invitaron a acudir a La Habana.El Gobierno de Juan Manuel Santos, que fijó el próximo noviembre como plazo para que concluyan las negociaciones, y las FARC anunciaron que “un nuevo ciclo de conversaciones se iniciará en La Habana el próximo 31 de enero” y no el martes 29, como se dijo previamente. Las negociaciones buscan poner fin al conflicto colombiano, el más antiguo en América Latina, que ha causado unos 600.000 muertos, 15.000 desaparecidos y cuatro millones de desplazados desde su comienzo, según cifras oficiales. Claves• Las partes comenzaron a estudiar las 550 propuestas sobre la cuestión de la tierra que resultaron del foro celebrado en Bogotá el pasado diciembre, como uno de los mecanismos de participación ciudadana acordados por la mesa de diálogo.• La guerrilla ha puesto sobre la mesa diez “propuestas mínimas” como la creación de un fondo de tierras de 20 millones de hectáreas para superar la estructura latifundista y democratizar la propiedad agraria; la puesta en marcha de una nueva política tributaria, la elaboración de un catastro alternativo o el reconocimiento político de los campesinos.• El problema rural está en el origen del conflicto armado que desde hace casi medio siglo padece Colombia, donde el 52% de la tierra está en manos del 1,15% de los propietarios, lo que hace de este país suramericano uno de los más desiguales del mundo.• Otro de los hitos que marcó este nuevo ciclo de conversaciones fue el fin de la tregua de dos meses que declararon las FARC en noviembre al arrancar en La Habana los diálogos formales de paz.• El 20 de enero concluyó ese alto el fuego unilateral de la guerrilla que sigue reclamando al Gobierno un cese bilateral de las hostilidades o la regularización del conflicto para atenuar su impacto.• En los once días de este ciclo de diálogos, las partes se reunieron también con representantes de los gobiernos de Venezuela y Chile, países acompañantes del proceso, a quienes informaron de los avances de unas conversaciones donde actúan como garantes Cuba y Noruega.





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