POSADAS. Al menos tres lanchas navegaban por la zona del río Paraná donde se cree fue asesinado el empresario Jorge Manfredi (51) en el horario en que se cree fue cometido el hecho. Con el objetivo de buscar testigos, la Justicia investiga un listado provisto por entidades náuticas donde figuran los horarios y las identidades de los ocupantes de las embarcaciones que zarparon y llegaron en ese lapso de tiempo, indicaron fuentes oficiales. Manfredi fue ultimado de tres certeros golpes en la cabeza, se estima que entre las 19.30 y las 20 del martes pasado, cuando había salido a pasear al citado cauce. Su cuerpo fue hallado 24 horas después, flotando sobre el río Paraná y a unos cuatro kilómetros de la Isla del Medio, lugar donde habría efectuado su última conversación telefónica.Justamente en ese llamado (registrado a las 19 de ese fatídico día) el empresario avícola le manifestó a uno de los encargados de una náutica -perteneciente a un amigo íntimo- que “estaba salado”, porque había “perdido la llave de su jet-ski”. “Estoy en la Isla del Medio…ché esas llaves flotan?”, quiso saber la víctima antes de que la conversación se cortara abruptamente y lo último que se le escuchó decir fue “eh, pará, pará, pará…”. Debido a que luego no contestó su teléfono celular, su amigo y dueño de la citada náutica decidió ir a buscarlo, pero ya no lo ubicó. Poco después, a las 20, encontró el jet-ski flotando en aguas jurisdiccionales paraguayas (frente a Nemesio Parma). Lo llamativo fue que en la embarcación deportiva a propulsión, fueron halladas las llaves que supuestamente dijo haber perdido, además de su teléfono celular (aún encendido), unos 300 pesos, su remera y un bolso con tres champagnes, cerveza y estimulantes. La permanencia de estos elementos en la moto náutica descartaron -a prima facie- que lo mataron para robarle. No obstante, surgieron varias hipótesis con el correr de las horas. Una de ellas es que al parecer Manfredi tenía una cita pactada con una o más personas, y que fue emboscado. Otra versión indica que el hombre podría haber sido obligado por él o los asesinos (bajo amenazas) a mentir acerca del extravío de la llave, quizás para que la persona que vaya en su rescate también sea asaltada. En ese sentido se mencionó desde la Policía paraguaya la posible intervención de los delincuentes conocidos como “piratas del Paraná”, quienes navegan en aguas del vecino país en busca de potenciales blancos. Estos robos suelen ser al voleo, ya que estos malandras esperan en distintas embarcaciones a que las incautas víctimas atraviesen la jurisdicción en lancha o jet-ski. Una de las últimas medidas a cargo de la Justicia en el marco de la causa fue tomarle declaración ayer a una mujer que habría sido su última pareja y quien le envió varios mensajes de texto a Manfredi horas antes del homicidio. La testigo fue indagada durante unas tres horas y no habría aportado elementos de interés a la investigación. Por otra parte y tal como adelantó este diario, los pesquisas ya descartaron de plano que el empresario haya sido objeto de amenazas en los últimos tiempos o que tuvo problemas de índole personal con alguna persona. Además, establecieron que actualmente no tenía grandes deudas y que los ingresos financieros con los que contaba eran de su negocio de venta y distribución de pollos. Por otra parte, las joyas -de oro- que solía llevar encima el conocido comerciante, en esa última incursión al río las decidió dejar en su oficina, ya que los familiares le habrían advertido que no las lleve encima. “Más ansioso que de costumbre”Un testigo reservado comentó a este diario que minutos antes de zarpar en su jet-ski con el objetivo de ir a navegar y pasear (durante la tarde del pasado martes), Manfredi parecía “más ansioso que de costumbre”. Además, la fuente reveló que “siempre avisaba antes de salir al río”, sin embargo esta vez se habría mostrado “apurado por salir, pese a que había un intenso viento, era de tarde y por ello muchos ocupantes de lanchas y piraguas llegaban a los muelles, mientras que él quería salir”. Pericias telefónicas y testigos Para los investigadores resulta clave contar con la identidad de todas las personas que se contactaron vía telefónica con Jorge Manfredi días antes del crimen. Hasta anoche no habían elementos llamativos en los números de las llamadas o en los mensajes de texto que desde la Oficina Técnica de la Policía de Misiones habían logrado pasar en limpio. “Amigos, familiares, empleados de su empresa, algunas amistades femeninas que tiene desde hace un tiempo, nada fuera de lo común”, confió un informante a este diario.Tampoco se contaba con imágenes o filmaciones que brinden algún indicio llamativo o que guie hacia el o los autores del homicidio, al menos hasta anoche, teniendo en cuenta que apenas se habría logrado peritar poco más de un 50% del aparato telefónico, agregaron las fuentes. También resultará fundamental hallar testigos de la jornada comprendida entre las 18 y las 20 de aquel martes en el río Paraná. La mayoría de estas personas que podrían haber presenciado algo son navegantes de piraguas o lanchas, que circulaban en las inmediaciones de donde dijo la víctima que estaba minutos antes de caer en manos asesinas. La versión que dio a conocer el padre de Manfredi -tal como se publicó ayer- da cuenta de que la víctima estuvo en el lugar y momento equivocados. “Jorgito vio algo y lo callaron”, dijo a este diario tras el sepelio del malogrado empresario. En las próximas horas una comisión policial-judicial tenía previsto efectuar nuevas medidas, tendientes a esclarecer el misterio en torno al crimen del empresario avícola.





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