ELDORADO. Apenas dos días después de ser dada de alta del hospital Samic de esta localidad, donde tuvo a su sexto hijo que nació sietemesino, una mujer sufrió un robo en la humilde vivienda que habitaba, la que encontró literalmente vacía. La infortunada madre se llama Delia Cantero, quien vive junto a sus hijos en una muy precaria casita de madera del barrio Santa Rosa de Lima. Delia, que cría sola a sus cinco hijos, no cuenta con agua potable ni conexión eléctrica. Su desesperación no tenía límites luego que este miércoles, a su regreso de la casa de una vecina que le juntó algunas cositas para ayudarla con el bebé prematuro, se encontró con su casa abierta. “No me dejaron nada, se llevaron hasta las dos latas de leche maternizada NAM que me dio Servicios Sociales del hospital y que mi bebé necesita tomar porque es muy chiquito y su estado de salud es de riesgo. De todo lo que me robaron, es la leche lo que más siento porque no sé qué darle a mi bebé, leche y agua potable para prepararla es lo que más necesito”, contó llorando la pobre mujer hace ya dos días. Los ladrones se llevaron también una pequeña heladerita donde Delia guardaba los medicamentos de sus hijos y los alimentos que requieren refrigeración. “Me dejaron medio paquete de fideos y medio de harina, eso es lo único que tengo para alimentar a mis seis hijos”, señaló. También se llevaron toda la ropa de los chicos, sus zapatos, toda la mercadería que Delia tenía en su casa y una grabadora. “Le pido a quienes me puedan ayudar que me den algo para comer, la leche para mi bebé y un poco de agua”, rogó la mujer a los vecinos de esta localidad a través de la pantalla de un canal local (Canal 9).Manos extendidasLa ayuda de los vecinos de Eldorado no se hizo esperar y el jueves, Delia y sus hijos, no sólo recibieron con mucha alegría alimentos, ropas y zapatos, sino también una heladera usada en funcionamiento. Por temor a que los malechores regresen a su vivienda, la mujer aceptó el ofrecimiento de una vecina y dejó todas las donaciones en esa propiedad. La modesta alegría de Delia duró realmente poco porque ayer -viernes- el propietario de la vivienda que ocupa le pidió que buscara otro lugar para ella y su prole porque se mudará allí su hijo. Por si fuera poco, su bebé recién nacido se descompensó y debió ser internado inmediatamente en el Samic de Eldorado, donde ayer se recuperaba y permanecía estable. Pero ayer, la solidaridad de la gente volvió a sorprender a Delia. La presidenta de la comisión vecinal del barrio Antiguo Centro, Inés Arrúa, le anunció que le cederán un espacio dentro del salón comunitario (donde funcionaba la biblioteca) para que pueda mudarse allá con sus hijos. Inés cuenta con el apoyo de sus vecinos que aceptaron prestarle a la familia este salón hasta julio, cuando termina su mandato y se renovará la comisión vecinal. En las próximas horas, Delia ya se mudará allí donde accederá a luz eléctrica.





Discussion about this post