POSADAS. Un grupo de jóvenes estudiantes de la Facultad de Arte de Oberá y amigos de las víctimas del Paraná se sumaron a la propuesta del arte callejero en Contra de las Represas, pero con una característica muy particular: convertir un muro de Posadas en El Mural de la Memoria. La idea partió de Gabriel González y se fueron sumando otros para dar forma a una muestra que cuenta cómo -a causa de la represa Yacyretá- el río cambió y se cobró víctimas inocentes. Con recortes de noticias van contando las historias sobre el muro de una casa ubicada en Bermúdez casi Centenario. También sumaron testimonios y fotos no solamente de los conocidos como las víctimas del Paraná sino que también recuerdan a Fabián Romero (que sigue sin aparecer) y Luciano Barbieri, desaparecidos en Ombú Chico el 4 de enero de 2007. Gabriel González contó a PRIMERA EDICIÓN que “si bien el caso de las víctimas del Paraná no mencionan a Yacyretá como responsable, creo que además de Prefectura también hay culpa por parte de la represa. En el caso de los chicos Fabián y Luciano quedó claro que las costas están más peligrosas y sucias. No se hicieron los tratamientos correspondientes de limpieza y eso las vuelve intransitables. Antes se podía acceder a tierra por diferentes lugares y ya no”. El joven aclara que “no se trata de echar culpas pero sí de tomar conciencia porque es evidente que el río es diferente y ya no siquiera los botes salvavidas de Prefectura sirven para el rescate. En Ombú las olas pasan los dos metros y tumban las embarcaciones. Nadie quiere salir a rescatar en medio de tormentas porque no tienen los medios apropiados”. La idea es que desde los distintos organismos provinciales y nacionales se coordinen nuevas acciones para socorrer en este Paraná que es evidente que cambió y quedó claro que no cambiaron las medidas de seguridad. También mencionó justamente el caso del empresario Jorge Manfredi que, cuando se da la alarma, “todos tienen que pensar en cómo salir a rescatar y tardan un día para buscar. Esto no puede seguir ocurriendo”. Gabriel remarcó una vez más que “no se trata de nada personal contra la represa ni contra Prefectura, es un reclamo que hago para que se pongan seriamente a pensar en qué pasa en nuestro río, que realicen estudios de las costas, que hagan limpiezas con más lugares de acceso. Hace seis años fueron esas primeras víctimas y nada cambió”. Por ejemplo destacó que “si hay una lancha de emergencia, apenas recibe el aviso, la lancha tiene que salir de inmediato y no empezar a cargar nafta, salir después de una hora y para darse cuenta que no anda el motor”. Todos desean no tener que lamentar más muertes, que existan lugares habilitados y piden que cuiden también esas llamadas “zonas calientes de contrabando porque no se sabe si hay relación de deficiencia o de complicidad con el narcotráfico, nada se sabe ni tampoco hay pruebas…”, dice.





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