TARTAGAL, Salta. Una increíble sorpresa se llevó el propietario de una casa que se encuentra en esta localidad salteña. El hombre se encontraba realizando un par de reformas dentro de su hogar. Una de ellas consistía en cambiar de lugar la pileta para lavar la ropa. En el momento en que se aprestó a levantarla vio algo que le llamó mucho la atención. Una vez en el lugar la Policía, constató que eran nada menos que dos bombas (de unos veinte centímetros cada una) que estaban puestas en la estructura que formaban parte de la casa. Los explosivos datan de al menos 17 años de antigüedad aproximadamente y son estudiados por los peritos policiales para determinar su procedencia.Por fortuna no hubo que lamentar heridos en el extraño episodio.





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