POSADAS. Hace exactamente 53 años, en la Casa Paraguaya, se constituyó el Club de Leones de Posadas, el primero de la provincia. Con el impulso de leones de Asunción, fueron socios fundadores José María Soljancic, Víctor Manuel Freaza, Roberto Gugelmeier, Pedro Carlos Hereter y José Pedro. Desde entonces, son innumerables las actividades solidarias y obras de bien público desarrolladas por el Club de Leones Posadas. Sin dudas, la lucha contra la ceguera y la asistencia a las personas ciegas o con baja visión son estandartes. El de Posadas, tiene el banco de anteojos más importante de la región y ahora -junto al Club de Leones de Buenos Aires y el Consejo Provincial de Discapacidad- están en los preparativos finales para contar en la Brigada de Canes de la Policía con una partida de perritos guías que serán preparados y entrenados para este fin. Con el agregado de que aquellos animalitos que no tengan las condiciones absolutas para la prestación de guía de no videntes serán entrenados como perros acompañantes de niños con discapacidades de todo tipo, en especial los chicos con autismo. Pero el Club de Leones de Posadas excede ampliamente este temática de acción: organiza colectas y donaciones para hospitales, escuelas, hogares de niños, damnificados por las inclemencias climáticas… También dejó sus huellas en Posadas: donó y recientemente restauró el monumento en la cabecera del puente internacional San Roque González, donó la escultura a la madre de la plaza 9 de Julio, el monumento al león de la avenida Corrientes, el reloj de la avenida Mitre (que ahora reemplazarán por uno digital), más de seis parques infantiles y el edificio de la guardería Melvin Jones. Amistad y servicio En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el actual presidente del Club de Leones de Posadas, Eduardo Francisco Sisto, lo definió como “un club de amigos que trabaja para ayudar a otros, nuestro espíritu es amistad y servicio”. Como institución, Leones es apartidaria y no religiosa aunque “creemos que es imposible tener un espíritu honesto altruista sin una visión de trascendencia”, señaló al tiempo que añadió que “nuestra organización es muy democrática, los presidentes tienen gestiones de sólo un año y, en el caso de los presidentes internacionales y de los gobernadores de distrito sólo pueden ocupar ese cargo una vez en la vida y no pueden ser reelectos. Para ingresar al Club de Leones, el interesado debe ser invitado por un miembro y ser aceptado por el voto de todos los socios”, detalló.Hasta hace pocos años, las mujeres eran “damas acompañantes” pero desde 1987 son león, sin distinción de género, “lo cierto es que en nuestro club la mayoría son mujeres y trabajan incansablemente… todos tenemos nuestros trabajos para poder sostener a nuestras familias y hacemos esto robando tiempo a nuestras familias o al descanso, obviamente sin fines de lucro”.Medio siglo El Club de Leones Posadas sobrevivió a la última dictadura militar, a los gobiernos democráticos que le siguieron hasta el presente, a las crisis económicas del país y también a crisis institucionales. “En 2007 creo que fue el peor año del club, éramos once socios y sólo cuatro trabajaban. Estábamos desmoralizados, la crisis económica también nos afecta mucho porque la sufrimos como cualquier otro argentino”, reflexionó Elba Sisto. Aunque las necesidades económicas actuales son las mismas que hace dos o tres décadas, admitieron que ahora “se nota la necesidad afectiva y de valores”.





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