BUENOS AIRES. (NA). Durante el verano es común que se produzcan las denominadas olas de calor, marcadas por temperaturas muy elevadas, lo que puede significar un riesgo real para la salud de la embarazada y su bebé.Cuando se producen estas olas de calor, el Servicio Meteorológico Nacional eleva el nivel de alerta y el Ministerio de Salud pone a disposición del público medidas preventivas para paliar la situación “tomando especial atención en personas mayores de 65 años, niños y quienes padecen enfermedades crónicas específicas”.Sin embargo, el ginecólogo especialista en fertilidad Sergio Pasqualini, director científico de Halitus Instituto Médico, explicó que las mujeres embarazadas “deben también tomar especial cuidado a estas altas temperaturas”. Pasqualini indicó que la “intolerancia al calor” es un síntoma habitual en la embarazada. Durante el embarazo la temperatura corporal es ya de por sí un poco más alta que el normal, con lo cual, el calor agregado del ambiente puede tener mayor impacto en este grupo de personas”, señaló el ginecólogo. El especialista comentó que “una sensación térmica elevada debe observarse con cautela, en particular durante el primer trimestre del embarazo”. Un estudio publicado por el British Journal of Obstetrics and Gynaecology concluyó que la exposición a altas temperaturas está relacionada con nacimientos de peso levemente reducido. Las temperaturas excesivas causan que el cuerpo materno reaccione contrayendo los vasos sanguíneos como método de enfriamiento.





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