Según estiman especialistas, la producción de carne crecería en unas 100 mil toneladas, pasando de 2,55 a 2,65 millones de toneladas, todavía muy lejos de los 3,1 millones que se ofertaban en 2005, en plena retención y antes de que el Gobierno decidiera proteger la mesa de los argentinos. En cuanto al peso medio de faena, que ha caído de 232 kilogramos a mediados de 2011 a 223 a fines del año que termina, podría estabilizarse en 220-224 kilogramos, uno de los más bajos del mundo. Es muy probable que en 2013 continúe la tendencia insinuada en la segunda mitad del año que termina, con un incremento en la faena de vacas, vaquillonas y terneras, categorías éstas que aportan pocos kilos por res y deprimen el peso promedio. La matanza de novillos y novillitos, después de la extraordinaria caída de los últimos años (- 44% en el caso de los novillos en relación a 2005) probablemente se estabilice. No obstante, sigue latente el peligro que se siga incrementando la captura de terneros machos por parte del feedlot, que los termina con pesos de faena, que si bien se han incrementado, siguen siendo muy bajos.Así, puede esperarse este año un aumento moderado de la oferta de ganado para faena, motorizada en el caso de los machos por los aumentos en el destete nacional y, en el caso de las hembras, por una desaceleración del proceso de retención.





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