POSADAS, IGUAZÚ, ELDORADO Y OBERÁ. En las charlas entre vecinos, en las radios, en el trabajo, el tema de ayer fue la suba que sufrirán las facturas de energía tanto de la deficitaria Electricidad de Misiones SA (Emsa) como de las cooperativas que prestan el servicio en el interior de la provincia.No es para menos. Dos subas estacionales y dos cargos fijos llegaron en poco tiempo a las ya gruesas cuentas que la empresa estatal y sus prestatarias trasladan a los usuarios, en medio de un deficiente servicio que se ve interrumpido día a día incluso por largas horas, según el barrio.Los diputados Claudio Wipplinger y Víctor Kreimer (partido Trabajo y Progreso), en una carta abierta dirigida al gobernador de la provincia sobre servicios que se prestan en Misiones, aseguraron en el caso de Emsa que “el servicio es deficiente y caro, con instalaciones obsoletas y mantenimiento precario, por no decir paupérrimo” (ver texto completo en pág 10).Conocida la novedad del decreto firmado por Maurice Closs que habilita al cobro del cargo fijo, comerciantes de distintas localidades se mostraron sorprendidos, indignados y advirtieron que no absorberán la suba con el cargo fijo. Y aseguraron que en medio de un contexto fronterizo como en el que les toca trabajar, son cada vez menos competitivos y amenazaron con dejar ciudades sin carteles ni vidrieras luminosos que dan vida a la noche de las zonas turísticas misioneras, incluso temerosos por la inseguridad.Alto costo de la energíaNorma Blanco, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Posadas (CCIP), dijo a PRIMERA EDICIÓN que “es un gasto más que va a engrosar los costos operativos de las empresas y los negocios y que obviamente va a afectar a los precios. El traslado a los precios es inevitable por el aumento de gastos”.Agregó al respecto que la CCIP viene reclamando que bajen el costo de la energía: “Influye mucho el costo de la energía eléctrica y más teniendo en cuenta nuestras altas temperaturas, por lo que prácticamente ningún negocio puede estar sin aire acondicionado y es un gasto que influye sobre todo en el verano. La verdad que siempre el costo de la energía eléctrica fue alto”.Blanco dijo que tras los reclamos, no hubo “ningún tipo de incentivo para que estos costos no sean tan altos para los comercios, no tenemos nada en especial teniendo en cuenta los costos operativos”. Consultada sobre el servicio eléctrico que reciben opinó: “Es como a todos, sufriendo cortes. Sabemos la deficiencia que viene teniendo la empresa de un tiempo a esta parte y bregamos porque se solucione y esta herramienta que es la energía no nos falte. Es imposible trabajar sin energía”. Finalmente, anticipó que atendiendo los reclamos de los socios “abordaremos el tema porque están muy preocupados. Lamentablemente se ha hecho una costumbre que vidrieras y hasta carteles se han apagado. Muchos comercios, por seguridad, dejaban encendidas las luces pero cuidando la factura que llegará a fin de mes dejan todo apagado”.Reacción de comerciantesEn ciudades como Oberá y Eldorado, los pequeños empresarios agrupados en la Caciel y la Cripco se reunirán la semana que viene, los que no se fueron de vacaciones, para analizar el decreto y manifestarse al respecto. Aunque en el caso de los empresarios eldoradenses, anticiparon que podría surgir un repudio a la medida “ya que no podemos con la carga fiscal que tenemos”, opinó José Acosta, presidente de Caciel, quien prefirió aguardar a una expresión institucional para ampliar su opinión.En Iguazú fueron contundentes. Desde la Cámara de Comercio local anunciaron que el cargo fijo a la boleta de energía eléctrica que comenzará a regir desde febrero repercutirá en el consumidor, ya que los comerciantes no afrontarán ese gasto. El recargo adherido a la boleta de luz según las categorías de consumo, sumado al incremento en las tasas municipales, hace que la localidad se vea inferior en competitividad frente a las ciudades fronterizas de Foz de Iguazú (Brasil) y ciudad del Este (Paraguay). Así lo afirmó el presidente de la Cámara de Comercio y Afines de Iguazú, Jorge Florentín, en diálogo con este diario. Señaló que “el traslado de costos al comerciante es transferido al cliente e impacta directamente en el consumidor”. Además, en calidad de ciudad turística y de frontera, la localidad de las Cataratas se ve seriamente perjudicada en competencia. “Los constantes aumentos hacen que los brasileños no vengan en cantidad o que los iguazuences consuman en Brasil. El turista también encuentra precios caros”.Florentín aseguró que esta situación “nos hace ser menos competitivos de lo que desearíamos”. En ese contexto explicó que “al brasileño que viene a consumir productos de calidad no le importa, pero el que viene a buscar precios, favorecido por el cambio de moneda, se encuentra con un panorama diferente, porque el cambio es relativo pero los costos están en constante aumento”.





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