SAN VICENTE. Las personas que van a visitar a sus deudos en el cementerio local se encuentran con un panorama calamitoso. El camposanto se halla en un estado de abandono total, hay sepulturas que están perdidas entre las malezas. Los yuyos sobrepasan las lápidas. Se calcula que desde el Día de la Madre, en octubre pasado, no se corta el pasto. Además, la parte nueva que se comenzó a utilizar este año ya está colmada y no hay lugar para seguir enterrando difuntos.El sector más abandonado es el del fondo, donde hay más tierra y el pasto y los yuyos crecen con rapidez en los meses estivales, acompañados por la cantidad de lluvia. El frente es más antiguo, el terreno ya está más gastado y cubierto de césped, lo que no permite el buen desarrollo de las plantas.Además de la falta de poda de los malezales, no hay limpieza. Nunca se vio el cementerio local con tanta basura dispersa por todos lados. Hace un tiempo había cestos de basura en los que los deudos podían arrojar los deshechos y luego, en forma regular, la Municipalidad los mandaba a recoger o se quemaban en un pozo.En varias oportunidades este diario denunció que el cementerio de San Vicente estaba colapsado, primero se tomó la determinación de reciclar de las que tumbas que se había perdido la identidad del difunto, pero el año pasado se amplió el predio hacia el parque industrial. El terreno es de unos seis mil metros cuadrados y ya está prácticamente lleno, sólo queda espacio para algunos pocos meses.Una de las alternativas fue la de construir sepulturas de cemento y mampostería en el perímetro de la necrópolis. Una empresa privada levantó una parte para prueba hace más de cuatro años y no hubo demanda, por lo que esa estrategia quedo prácticamente descartada.Por otra parte, el camposanto sanvicentino no tiene luz eléctrica ni agua corriente. Esto provoca quejas de los visitantes, que cada vez que concurren y quieren arreglar o limpiar las tumbas no tienen agua, a menos que quieran usar el líquido de los floreros de las otras tumbas. Incluso, cuando se construyen las lápidas, los albañiles deben llevar agua y herramientas para hacer la mezcla a mano y poder realizar el trabajo.Asimismo, el predio no cuenta con ningún tipo de iluminación. Si bien no es indispensable que cuente con energía eléctrica para que seguir funcionando, la idea es darle algo de infraestructura a los visitantes.San Vicente tiene varios cementerios en las distintas colonias, como el de Alicia, Fracrán o Paraje San Alfonso. Aunque muchos prefieren enterrar a sus muertos en este camposanto, ubicado a escasos dos kilómetros del centro de la ciudad, se hizo a finales de la década de los 70 y tiene una superficie de cinco hectáreas, aproximadamente, más la ampliación del año pasado, que está casi completa.





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