POSADAS. Las necesidades en las escuelas misioneras transcienden fronteras y la solidaridad de las personas no tiene fin. Un grupo de distintas provincias se unió en una travesía para poder darles a los niños de la Escuela 120 Cristal, Anexo 1 de El Soberbio una mejor calidad de estudio. Por eso, a principio de este mes viajaron hasta esta localidad misionera para poder construir un baño seco ecológico que sustituyera las viejas letrinas que había en el humilde establecimiento educativo y además agregaron cuatro lavatorios con espejos y jabón.PRIMERA EDICIÓN mantuvo un diálogo con Sebastián, sólo así quiso darse a conocer, quien junto a su familia son los padrinos de la escuelita rural, como ellos la llaman. Él contó que “este proyecto se complementaba con la formación de los más pequeños en hábitos prioritarios de higiene personal, así como llevarles ropa y calzado”. Sebastián detalló que al principio sólo disponían de un boceto del baño a lápiz, pero con las explicaciones del maestro rural Gustavo, y después de algunas conversaciones telefónicas ya tenían un poco más de información. El padrino escolar contó que “parte de la estructura del baño estaba hecha cuando nosotros llegamos, ya que los padres de los niños trabajaron durante un largo tiempo y se iban turnando, ya que algunos estuvieron todos los días, desde las 6 y hasta la caída del sol”. Y siguió: “ellos trabajaron a pleno pulmón, sin descansos, solamente con las paradas necesarias para recuperar fuerzas, comer o ir contemplando cómo iba tomando forma la idea que solo se intuía en el papel”. Hábitos higiénicosMientras algunos padres, como Antonio, Edelmiro, Silvio, Teobaldo, Harold, Cacho, Héctor, continuaban con la construcción del baño seco ecológico en la escuelita, otros irrumpieron en las clases y realizaron una serie de actividades educativas para incorporar en los chicos los hábitos de higiene cotidiana. “La idea fue enseñarles a lavarse exhaustivamente las manos -con agua y jabón-, cepillarse correctamente los dientes y limpiarse con papel higiénico después de ir al baño, todo esto con una idea clara: prevenir es curar, o lo que es lo mismo, la salud se fundamenta en la prevención”, aseveró Sebastián.El hombre reveló que un par de vídeos “sirvieron de gancho”. “La música y la creatividad del material audiovisual que llevamos (vídeos del programa Buena Banda del canal Paka Paka, y del programa canadiense Érase una vez la vida) acompañaron las explicaciones de los compañeros que viajamos a El Soberbio, en total fuimos unas ocho personas. Todo era nuevo para ellos, o casi, ya que la mayoría no ven la televisión, así que el silencio fue el principal motor de arranque y todas las miradas se concentraron en el mensaje televisivo”, dijo. Después, los chicos pusieron en práctica todo lo que aprendieron con el video y con la emoción a cuestas compartieron el jabón, disfrutaron de la espuma y practicaron cómo hay que frotarse bien las manos. “Primero le enseñamos cómo. Después cuándo; antes y después de comer, después de estar con los animales, después de jugar, antes de cocinar… lo dijimos un par de veces, lo escribimos en la pizarra, lo copiaron en su cuaderno, y lo enumeraban en voz alta. Eso fue el primer día, al siguiente, todos contaron cómo lo habían hecho en sus casas”, cerró el relato.





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